El pasado 30 de abril se conmemoró el 40
aniversario de la victoria definitiva del pueblo vietnamita en la guerra de
liberación contra la intervención estadounidense. Con ello se produjo el inicio
de la ansiada reunificación del país y el comienzo de una etapa distinta para
el Vietnam heroico que resistió y derrotó la agresión de tres grandes potencias
durante el siglo XX: la Francia colonialista, el Japón expansionista y el Estados
Unidos imperialista, las que no obstante manifestar distintas formas de
injerencia, expresaron un misma talante al intentar ocupar y devastar el
territorio de este país cuyo pueblo es
expresión de un alto sentido patriótico y una gran voluntad de lucha y
victoria.
Le Duan, legendario líder vietnamita y sucesor de
Ho Chi Minh en la conducción del Partido Comunista de Vietnam (PCV) y en el
gobierno, lo explicaba diciendo que la
revolución vietnamita siempre tuvo como característica enfrentar a enemigos
imperialistas poderosos y en algunas ocasiones, no sólo a uno, sino varios a la
vez, y que para ello habían aplicado de manera creadora la enseñanza leninista
de que “Solo es posible derrotar a un enemigo más fuerte, haciendo grandes
esfuerzos y con la obligación de saber aprovechar de manera minuciosa,
sumamente atenta, cuidadosa e inteligente cualquier ´grieta` entre los enemigos
por pequeña que sea…”
En el inicio de la agresión, Estados Unidos apoyó
con armas y asesoramiento al gobierno fantoche de Vietnam del Sur, para después,
llegar a instalar hasta 580 mil
efectivos militares en 1969. Contra el país fueron arrojadas más toneladas de
bombas que en toda la segunda guerra mundial, experimentando además con armas
químicas y bacteriológicas, entre ellas el tristemente célebre agente naranja. Según
relata el Embajador de Vietnam en Cuba, Doung Minh entrevistado por la
periodista Arleen Rodríguez, “Todavía hoy, cientos de miles, quizás millones de
personas, sufren las secuelas, son muchas las parejas que no pueden tener hijos
y también las que tienen hijos con algún tipo de anomalía por esa causa. En la
tierra rociada con esos químicos, no creció ni la hierba durante 20 años,
porque el agente naranja tenía el propósito de defoliar los bosques, desnudar
la tierra de todo tipo de plantas para descubrir dónde se escondían los
combatientes”.
En 15 años de guerra, Estados Unidos
gastó 150 mil millones de dólares, destruyó el 70% de los poblados del norte, inutilizó
10 millones de hectáreas de tierra y todos los puentes existentes en el país. A pesar de ello, las tropas vietnamitas
entraron victoriosas a Saigón hace 40 años, cambiando el nombre de la ciudad
que pasó a llamarse Ho Chi Minh, cumpliendo la promesa de denominar con su
nombre la última ciudad que se liberara en la guerra.
Sin embargo, la tarea por venir no era fácil, a
partir de ese momento enfrentaban el reto de la reunificación nacional de dos
porciones de un país que se habían desarrollado a partir de paradigmas
políticos contradictorios: el socialismo en el norte y el capitalismo en el
sur; la restauración de las heridas físicas y morales que produjo la guerra; el
establecimiento de un gobierno unificado en el país; la reincorporación a la
sociedad de alrededor de un millón de soldados y medio millón de funcionarios
que habían servido en el ejército y el gobierno
vietnamita títere que Estados Unidos había instalado en el sur; la
reconstrucción de la infraestructura material: carreteras, escuelas, hospitales,
industrias y puentes destruidos por los bombardeos; la superación de los
rezagos de la presencia militar estadounidense que se expresaba en los vicios
propios de su sistema: altos índices de prostitución, drogadicción, alcoholismo
y otras lacras y la elevada carencia de alimentos que se manifestaba en altos
índices de hambruna en el sur del país.
En 1986,
tras constatar el fracaso de la economía planificada centralizada, durante el
sexto Congreso del PCV se aprobó la estrategia de Renovación (Doi Moi), La
organización conductora de la sociedad, percibió que la economía no funcionaba
eficazmente, se vivían períodos de inflación elevada, la moneda se depreciaba
aceleradamente y los salarios perdían su valor. La escasez de productos de la
canasta básica se enfrentaba con subsidios que estaban encaminados a solventar
los problemas más inmediatos.
Todo ello derivó en la decisión de implementar
nuevas prácticas en la producción agrícola, se entregaron tierras a los
campesinos que recibían estímulos de acuerdo a la producción a partir de la
exitosa experiencia obtenida en la provincia de Vinh Phu que se extendió a otras
regiones del país.
Otro tanto ocurrió en la industria que comenzó a ser manejada
descentralizadamente. En el marco de esta situación sobrevino la desaparición
de la Unión Soviética y el fin del campo socialista, principal abastecedor de
insumos para la economía y la industria del país.
En este contexto es que se había determinado la necesidad de llevar adelante la
Renovación. Cinco años después, en 1991,
durante el VII Congreso del PCV, se establece un modelo económico basado en la
necesidad de producir para responder a la demanda del mercado. Así, la economía
se conforma por múltiples componentes sobre la base de un mercado controlado
por el Estado. Esto da paso posteriormente, a la economía de mercado de
orientación socialista que consiste en la aceptación de todas las formas de
producción, tanto estatal como privada, capitalista y mixta.
La economía de mercado de orientación socialista
se compone del factor económico en el que se acepta que todos los sectores son
iguales ante la ley y, el factor social que es controlado por el Estado a
través de los impuestos y los aportes de las empresas a fin de condensar una
riqueza que es distribuida por el
gobierno para el beneficio del pueblo.
La aplicación de este modelo económico ha llevado a
que Vietnam pase de un 56% de pobreza en 1990 a un 9% en 2003 y 8% en 2014. Los
sistemas de salud y educación siguen siendo estatales y gratuitos para toda la
población. Sin embargo, para establecer una responsabilidad colectiva para con
los mismos se ha comenzado a cobrar el equivalente a 10 dólares mensuales por
los estudios universitarios, mientras que en primaria y secundaria tiene un
valor simbólico de 5 centavos de dólar al mes. No obstante, esta política no es
lineal, en zonas montañosas alejadas, los estudiantes no pagan, al contrario,
el Estado les concede becas a fin de fomentar la formación profesional.
Esta política ha llevado a aumentar el sueldo de
los profesionales entre 20 y 50 veces y en general, los salarios han crecido de
15 a 16 veces, lo cual tampoco es
lineal, gana más el que aporta más, lo cual ha significado un estímulo sin
precedentes a la producción. Así, el promedio de crecimiento anual de la
economía ha sido de alrededor de un 7% en la última década, cifra que supone
vaivenes de acuerdo a la situación de la crisis internacional que ha
ralentizado ese crecimiento.
Estados Unidos normalizó sus relaciones con
Vietnam en 1995, año en que comenzó a levantarse el bloqueo impuesto durante 20
años. La política exterior de Vietnam se caracteriza por su independencia,
soberanía, diversificación y por la multilateralización de sus relaciones sin
distingo de régimen político.
A 40 años de la derrota estadounidense y 28 de la
implementación de la Renovación se ha cambiado el modelo económico, eliminando
el igualitarismo que no estimulaba la producción, abriendo la economía a fin de
elevar las exportaciones y garantizar el mercado interno
Sin embargo, el Embajador Duong Minh advierte
cuatro peligros en la aplicación de esta política, toda vez que su implementación
entraña riesgos como el atraso económico
si no se puede desarrollar la economía. Así mismo, la presencia de empresas
extranjeras, podría introducir prácticas injerencistas en la política interna,
corrupción y desvío del camino socialista trazado por el país.
Estos son los nuevos retos a enfrentar. El PCV y
el gobierno vietnamita entienden que la
solución de los problemas económicos confronta trances que obligan a la
vigilancia y al fortalecimiento del sector estatal a fin de que éste sea el eje
del desarrollo económico y sirva de orientador del camino de la economía del
país.
El Embajador Duong Minh resume el momento actual
de Vietnam diciendo que “El socialismo es el objetivo de
la lucha de los pueblos, es lo que queremos y la Humanidad, seguro, avanza
hacia el socialismo, pero en Vietnam decimos que aun no estamos en el
socialismo, estamos en transición, por tanto tenemos que aplicar las políticas
de acuerdo a eso, es el momento de lucha entre lo nuevo y lo viejo. Lo nuevo no
acaba de aparecer completamente y lo viejo todavía está presente. Lo nuevo es
el socialismo y lo viejo es el capitalismo o más bien el feudalismo, porque en
Vietnam estábamos en el feudalismo” y finaliza aseverando con confianza en el
futuro que “Este es un momento de lucha entre lo viejo y lo nuevo. Estamos en
transición, en los primeros pasos. Es muy importante para nosotros saber dónde
estamos porque las relaciones de producción deben adecuarse al desarrollo de
las fuerzas productivas. Hay muchos pasos, apenas estamos en los primeros”.
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