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viernes, 24 de abril de 2020

¿Está el mundo en manos de un sicópata?

En el 150 aniversario del natalicio de V.I. Lenin. 

A Luis Sepúlveda, hermano, amigo y compañero, 
quien nos dejó antes de tiempo 
para seguirnos acompañando 
con la grandeza de su corazón gigante, 
con su generosidad sin límites 
y con su consecuencia irreductible.





Desde hace un tiempo vengo diciendo que ya a nadie le debe sorprender que haya presidentes con antecedentes delictivos, asesinos, genocidas, violadores de derechos humanos, narcotraficantes, paramilitares, homofóbicos, racistas, o xenófobos. No creo que cualquiera de esas condiciones -algunas o todas- sea fundamento de asombro. Al revés, ello es consustancial con el sistema capitalista que arrastra todas esas lacras, por lo que poner a uno de los suyos en el más alto lugar de la administración es lo natural.

La democracia representativa como expresión política del sistema capitalista no es democrática ni es representativa. En los hechos, es una dictadura de los poderosos. Aquella idea de que la democracia es el gobierno de las mayorías dejó de ser una realidad, si es que en algún momento lo fue. Hoy, la mayor parte de los gobiernos del mundo son de minoría, habida cuenta que el sistema ha alejado a los votantes de las urnas con las consiguientes altas abstenciones que en muchos casos llega a 50% y más. En esa medida, los “líderes” son favorecidos con el apoyo de entre 20 y 30% de los electores, con lo cual se legaliza una democracia ilegitima, que se expresa cotidianamente en cualquier encuesta de opinión.

Pero a esta desgracia se ha venido a sumar una mucho peor y más peligrosa. Desde hace casi un siglo el mundo no se veía inmerso en el peligro de un liderazgo irracional, fuera de control que responde a situaciones de orden subjetivo que la política no puede manejar. Nos enfrentamos a la actuación sicopática de algunos dirigentes, en especial de Donald Trump. Así, tengo la impresión que los instrumentos de la política, la economía y el derecho no son suficientes para dar respuestas a variables que entran en el terreno de lo absurdo, lo insensato y lo disparatado. Se hace necesario recurrir a la siquiatría y la sicología para ajustar los comportamientos políticos frente a liderazgos como los de Trump y en menor medida Bolsonaro, Piñera y Uribe que violentan las normas elementales de conducta política transformando el arte de la conducción del Estado en una suma de voluntades fanáticas que se sustentan en el desprecio y el odio a la humanidad. Duque no, Duque es teledirigido por el otro, por eso en Colombia le dicen subpresidente.

jueves, 16 de abril de 2020

Diez curiosidades en tiempos de coronavirus



El enfrentamiento a la pandemia de coronavirus ha generando actuaciones curiosas de ciertos personajes. Vale la pena rescatar algunas de ellas porque permite entender mejor la posición de cada actor en la lucha contra el virus: 

1. China ha enviado ayuda humanitaria a América Latina. Algunos de los países adonde ha llegado la cooperación china ha sido Venezuela que recibió una comisión de ocho especialistas chinos para sumar esfuerzos ante la crisis del coronavirus. El equipo estaba compuesto por médicos y científicos con experiencia en el tratamiento del virus durante su pico más alto en el país asiático. Junto a ellos, llegaron 22 toneladas de equipos médicos, entre ellas 500.000 pruebas rápidas, ventiladores, trajes de protección, lentes, mascarillas y guantes. Antes de esta última ayuda, ya habían llegado 55 toneladas de material médico y se esperan más. 

Bolivia, recibió una donación de insumos médicos de la compañía china Alibaba consistente en 100.000 tapabocas, 20.000 kits de reactivos para pruebas virales y cinco respiradores. 

jueves, 9 de abril de 2020

Colombia y Estados Unidos, las dos puntas del laberinto: Drogas, corrupción y política.


Tal vez no haya una “actividad comercial” donde la ley madre del capitalismo, la de la oferta y la demanda se manifieste con tanta precisión como en el narcotráfico. La demanda y la oferta de drogas se han relacionado de manera óptima para dar la eficiencia infinita que a través del tiempo ha mostrado esta actividad, creciendo permanentemente desde los años 80 del siglo pasado, haciéndose tan lucrativa que no ha habido manera de interrumpirla. 

Como apunta Alain Labrousse en su interesante libro “Geopolítica de las drogas” el final de la guerra fría trajo la “democratización” de los estupefacientes que comenzaron a ser utilizadas como instrumento en la mayoría de los conflictos. 

Pero, en la relación droga-conflicto el papel fundamental lo juega el factor de los beneficios, en particular en lo referido a la cocaína y el opio. Estados Unidos ha estacionado su ejército en los dos países para asegurar un tráfico ordenado y controlado. Así, desde su invasión a Afganistán en 2001 y del inicio del Plan Colombia a fines del siglo pasado, la producción, transporte y distribución del opio producto de la amapola y la cocaína proveniente de la coca, ha crecido exponencialmente desde estos dos países, mayores productores mundiales de esas sustancias respectivamente. 

jueves, 2 de abril de 2020

El “Marco (Rubio) de Transición Democrática”


Si el anterior secretario de Estado de Estados Unidos Rex Tillerson revivió la doctrina Monroe como instrumento de la política exterior de su país, ahora su sustituto Mike Pompeo pretende reivindicar el corolario Roosevelt de esa doctrina que expone que “La delincuencia crónica (de algunos países latinoamericanos) puede […] hacer necesaria la intervención de alguna nación civilizada, y en el hemisferio occidental la Doctrina Monroe, puede obligar a Estados Unidos […] a ejercer un poder de policía internacional” Fue enunciado en 1904 por Teodoro Roosevelt. 

Este presidente es considerado el padre de la política imperialista más agresiva de la historia de Estados Unidos. Su política exterior llamada del “gran garrote” se sustentaba en la idea de que “cuando se vaya a visitar al adversario, hay que hablar en voz baja, pero llevar un garrote en la mano”. 

Al parecer, Donald Trump quiere imitar a Roosevelt pero sin hablar en voz baja. Con estentórea grandilocuencia pasea su estupidez por el mundo, sin ni siquiera ser capaz de enfrentar con éxito la lucha contra el coronavirus a pesar de dirigir la nación más poderosa del planeta. Ya tiene un portaviones paralizado en Guam porque 150 de los 4.000 marinos están infectados de coronavirus. Así mismo, 1.500 de los alrededor de 40 mil oficiales de policía de New York están contagiados. Trump no es capaz de proteger ni siquiera a sus fuerzas armadas y de seguridad.