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lunes, 23 de abril de 2018

Doce presidentes estadounidenses después, ¡Cuba sigue enhiesta y altiva!


Han hecho todo lo posible, legal e ilegalmente, han quemado cañaverales, han introducido plagas a los animales, las plantas y las personas, organizaron, armaron y financiaron una invasión militar que el pueblo cubano derrotó en menos de 72 horas un día como hoy hace 57 años, han promovido deserciones y riesgosas migraciones ilegales, han robado cerebros, han intentado asesinar a sus dirigentes centenares de veces , han mantenido un bloqueo ilegal e inhumano por casi 60 años, se sostienen de manera ilegítima en la base naval de Guantánamo contra la voluntad del pueblo cubano, han gastado miles de millones de dólares en la subversión, el sabotaje y el terrorismo, pero no lograron su objetivo: no sacaron ni a Fidel ni a Raúl del poder, ellos se fueron por voluntad propia y por decisión del pueblo cubano. 

Hoy Raúl se retira de su cargo de presidente de Cuba y lo hace por la puerta ancha de la historia, reconocido, admirado y querido por su pueblo, igual como lo hizo Fidel. Doce presidentes desde Eisenhower hasta Trump, fracasaron en el intento: los Castro hicieron revolución, hicieron patria, hicieron socialismo, hicieron internacionalismo y triunfaron. 

La pequeña Cuba, aislada durante décadas por sus pares latinoamericanos, bloqueada hasta hoy por la obsesión imperial, tuvo fuerzas para salir adelante y todavía le quedaron restos para transmitir amor, solidaridad, educación, cultura y salud por los infinitos rincones del planeta, donde por cierto regaron con la sangre de sus mejores hijos los campos, las ciudades, las montañas y los desiertos de África, el Medio Oriente, el Caribe y América Latina y vale preguntarse ¿qué riqueza se trajeron de vuelta?. Ninguna, absolutamente nada material, solo el honor de saldar su propia deuda con la humanidad como dijera Fidel en algún momento. 

Acaso Fidel y Raúl pensaron que iban a ser presidentes cuando aquella mañana irredenta del 26 de julio de 1953 arriesgaron sus vidas para iniciar el camino de la liberación, acaso se amilanaron cuando fueron juzgados “en tan difíciles condiciones” y teniendo que defenderse, considerando que jamás “contra un acusado se había cometido tal cúmulo de abrumadoras irregularidades”… y salieron adelante. Hoy, cuando Raúl ha dejado de ser presidente de Cuba, al igual que Fidel, puede exclamar a viva voz que la historia lo absolvió, abandonando la más alta magistratura, pero dejando un país soberano, digno y respetado en el concierto internacional, más por la fortaleza de sus ideas, por la reciedumbre de sus mujeres y sus hombres y por su amor a la patria, que por riquezas materiales que la naturaleza no le proveyó. 

La cárcel, esa prisión fecunda que transformaron en escuela de formación revolucionaria, solo sirvió para acrecentar su confianza en el camino emprendido. La creación de una organización que diera continuidad a la epopeya del Moncada, ocupó todos los esfuerzos y desvelos, ninguno de ellos estuvo dedicado a pensar en qué harían cuando fueran presidentes. 

El exilio mexicano, la preparación para regresar a la patria y a la lucha, el Granma: 82 combatientes en aquella exigua nave que puso proa hacia la isla querida y hacia la lucha. ¡En el 56 seremos libres o seremos mártires! ¿Estaban pensando en ser presidentes? No, el futuro era la libertad o la muerte y nuevamente lo asumieron sin dudar y cuando después del desembarco, y tras el desastroso combate de Alegría de Pío, en Cinco Palmas logran reunirse 8 combatientes, Raúl entre ellos, y 7 fusiles, Fidel afirmó categórico ¡Ahora si ganamos la guerra!. ¿Es que acaso estaban pensando en la presidencia? 

La lucha pasó por momentos difíciles, los combates eran permanentes y continuos, pero el apoyo de los campesinos también crecía. No había tiempo de pensar en la presidencia. El escenario de los combates fue aumentando, el influjo del Ejército rebelde se ampliaba con los días y en marzo de 1958, Raúl, que no había pensado en la presidencia, fue ascendido a comandante y se le encargó salir del abrigo protector de la Sierra Maestra para crear el Segundo Frente, en la zona nororiental el país. Tuvo que partir de cero para crear las bases revolucionarias de un territorio que comenzó a ser liberado. Dos años y 13 días después del encuentro entre Fidel y Raúl, en Cinco Palmas, el 1° de enero de 1959, la revolución triunfante inició el cambio en la fisonomía de la isla. Ese día Fidel dijo que “La Revolución empieza ahora, la Revolución no será una tarea fácil, la Revolución será una empresa dura y llena de peligros…”. Alguien puede suponer que en ese momento estaba pensando en la presidencia. 

Acaso, ¿les tembló el pulso en Playa Girón?, ¿estaba Fidel cavilando sobre la presidencia cuando desde un obús autopropulsado frente a los barcos de la armada de Estados Unidos, dirigió directamente los combates que permitieron rechazar la invasión mercenaria?...y podríamos poniendo ejemplos, pero el espacio no lo permitiría, el transcurrir del proceso revolucionario muestra de manera fehaciente que los cubanos fueron resolviendo cada problema que se les presentaba en el tiempo y de la manera mejor, según sus propios criterios. Por cierto, como todo proceso social, lo hicieron con aciertos y con errores. 

Ahora que en Cuba hay un nuevo presidente, me voy a permitir recordar algunos párrafos de un artículo referido a la llamada transición en Cuba, que escribí en diciembre de 2016, tras el fallecimiento de Fidel 

Según la información que manejo de fuentes directas, la llamada transición en Cuba comenzó en realidad en septiembre de 1986, “…en febrero de ese año se celebró el III Congreso del Partido Comunista (PCC) y solo un mes antes, Fidel había cumplido 60 años. Es evidente que las reflexiones realizadas por las altas autoridades cubanas respecto de esos dos hechos, y seguramente otros más, llevaron a la conclusión de que había llegado el momento de comenzar a pensar en la necesidad ineludible de preocuparse con mucha antelación por la continuidad de la revolución cubana en el tiempo, dando paso a una fase permanente y continua de formación de cuadros que hiciera que el natural proceso de finitud de la vida de los líderes históricos de la revolución, no causara contratiempos y se enmarcara en el normal desarrollo de la vida política de un país, sobre todo de éste, ubicado a solo 150 kilómetros de la mayor potencia mundial y sometido al acoso y la agresión permanentemente, en los últimos 35 años. 

El fallecimiento de Fidel Castro, además del odio de lo más putrefacto de la derecha internacional, hizo emerger toda clase de teorías y opiniones sobre la transición en Cuba. Es sabido que la mayor parte de los medios de comunicación moderno si no tienen información, la inventan y la transforman en verdad, esta vez infructuosamente intentaron colocar tal tema como el más importante, tratando de ocultar el extraordinario homenaje que el pueblo cubano, los pueblos del mundo, y los estadistas decentes de todas las ideologías rindieron al Comandante en jefe de la Revolución Cubana. 

Las cloacas imperiales han destapado toda una serie de hipótesis respecto del futuro de Cuba. La cara siempre idiota de la locutora estrella de CNN, cuando las respuestas a sus preguntas no son las esperadas, eran un verdadero poema. Esa noche del 25 de noviembre consultaba a una persona en La Habana respecto de qué estaba ocurriendo y la respuesta de “Nada. Todo está normal”, desencajaba su artificialmente estirado rostro, pues había transmitido durante años que “el régimen cubano ocultaría la muerte de Fidel Castro para evitar las multitudinarias manifestaciones que pedirían el fin del régimen”. Solo la estupidez, la ignorancia o la imaginación de escenarios estereotipados diseñados en laboratorios de guerra sicológica podían hacer suponer que tal habría de ser la respuesta del pueblo cubano al fallecimiento de quien consideran después de Martí y tal vez a su lado, el más grande paradigma de la cubanidad”. 

Y ahora Raúl dejó el cargo de presidente y nuevamente no pasó nada y no pasará nada porque como también dije en ese artículo que hoy traigo a colación: “La transición en Cuba también incluyó un largo y paciente trabajo de reestructuración de los métodos de trabajo. Raúl Castro se encargó personalmente de que ellos fueran efectivos en el Partido Comunista de Cuba, las Fuerzas Armadas y los órganos locales del gobierno y Partido en las provincias y municipios. Se hizo énfasis en una política de selección de cuadros que incluyera a los jóvenes para que en todos los niveles de la administración y el Partido se fuera dando un prolongado y constante relevo generacional. Hoy en Cuba, más del 70 % de los dirigentes del Partido y el Estado y de los generales de las Fuerzas Armadas, nacieron después que Fidel Castro dirigiera el asalto al cuartel Moncada en 1953. 

Ese proceso se desarrolló con altas y bajas, algunos de los cuadros designados para ocupar altos cargos en el gobierno y el partido cometieron errores y fueron destituidos, el país pasó por el difícil “Período Especial“, después de la desaparición de la Unión Soviética y del campo socialista, principales aliados y socios comerciales de Cuba que además trajo un recrudecimiento del bloqueo económico de Estados Unidos contra el país y que fue especialmente severo entre 1990 y 1993 cuando desde diferentes fuentes occidentales se anunció el fin de la revolución cubana. Esta fue una nueva prueba de fuego para el mandato y el liderazgo de Fidel. Cuba logró superar este momento, el más duro de su historia, cuando solo en 2007 pudo recuperar el PIB de 1990. 

La transición siguió su curso, incluso en esas condiciones, cuando Cuba pasó por el que quizás ha sido el momento de mayor debilidad de su historia. En ese lapso solo se pudo realizar el V Congreso del PCC en 1997, hasta que el VI Congreso, ya con Raúl Castro en el poder, confirmó todas las decisiones tomadas en 1986. 

Hoy, Miguel Díaz-Canel se ha transformado en presidente de la república de Cuba. Para el que quiera escucharlo, sus primeras palabras en esa condición no dejan duda alguna: “Aquí no hay espacio para una transición que desconozca o destruya la obra de la Revolución. Seguiremos adelante sin miedo y sin retrocesos; sin renunciar a nuestra soberanía, independencia, programas de desarrollo, e independencia” y agregó “A quienes por ignorancia o mala fe dudan de nuestro compromiso, debemos decirles que la Revolución sigue y seguirá”, pues “el mundo ha recibido el mensaje equivocado de que la revolución termina con sus guerrilleros”. 

Doce presidentes estadounidenses después, ¡Cuba sigue enhiesta y altiva! 

domingo, 15 de abril de 2018

La guerra y la paz (esta vez no escrita por Tolstoi).


La humanidad nunca había estado tan cerca como ahora de una nueva guerra mundial desde la crisis de los misiles en Cuba en 1962, sin embargo entre un hecho y el otro hay una diferencia sustancial, en aquella ocasión había evidencia de la presencia de cohetes soviéticos en la isla, y en ésta, todo surge de una fabricación mediática y de organizaciones interesadas en mantener el conflicto como vía de autofinanciamiento y lucro, lo cual, fue utilizado por los enfebrecidos sectores de la ultra derecha que ostenta el poder en Estados Unidos como justificación para colocar al mundo en vilo y al borde de decisiones de impensables consecuencias. 

En esto influye no solo el temperamento cambiante, la superficialidad e irresponsabilidad del jefe imperial, también el de su entorno que pretende manejar el mundo a partir de su talante mafioso y bajo los dictados de su ambición hegemónica. Veamos: en su comparecencia ante el Congreso de Estados Unidos, al referirse al tema, el Jefe del Pentágono James Mattis, aseguró que "Ha habido varios ataques de este tipo. En muchos casos, usted sabe que no tenemos tropas, no estamos involucrados en el terreno allí, así que no puedo decir que tuviéramos pruebas, a pesar de que contáramos con muchos indicios de medios y redes sociales de que se usó cloro o sarín", con lo que confirmó la fuente de donde se ha obtenido la información respecto a los supuestos ataques químicos. Al igual que Gran Bretaña en el caso de los espías rusos envenenados, Estados Unidos se ha negado a una inspección internacional por los organismos autorizados de Naciones Unidas, con ello además, se le da un golpe a la credibilidad de la estructura internacional garante de la paz en el planeta, creando un peligroso precedente en esta materia. 

Desde otra óptica, Nikki Haley, embajadora de Estados Unidos ante la ONU aseguró que se había llegado a un momento en que el mundo (es decir Estados Unidos y la OTAN) deben hacer justicia. Haley afirmó que “la historia registrará éste como el momento en que el consejo de Seguridad cumplió con su deber o demostró su completo fracaso para proteger a Siria” y concluyó con su ya habitual amenaza “De cualquier manera, Estados Unidos responderá”. En palabras entendibles quiso decir que no le importaba en lo más mínimo la opinión de la ONU y de los miembros del Consejo de Seguridad. Estas opiniones, no son más que la configuración modernizada de la Doctrina Bush: “O están con nosotros o están con el terrorismo”, que sirvieron para dar inicio a la guerra en Afganistán que ya dura 17 años, sin que Estados Unidos haya podido conseguir la victoria y si, un aumento de la producción de opio en el país centro asiático, que llegó a crecer un 87% en 2017. 

El paraguas protector de estas declaraciones vino dado por el propio Trump quien con su habitual retórica banal y frívola se permitió amenazar a Rusia. Al referirse a los misiles que lanzaría contra Siria alertó: ¡Prepárate, Rusia, estarán llegando, bonitos, nuevos e inteligentes! Para echar más “leña al fuego”, el director de la CIA Mike Pompeo, en su comparecencia ante el Congreso, en la búsqueda de su ratificación como secretario de Estado aseguró que: “En Siria, hace unas semanas, los rusos fueron castigados. Murieron un par de cientos de rusos”. 

Dígame usted amigo lector, si no es sumamente peligroso que la humanidad esté en manos de este grupo de mafiosos para quienes el único valor respetable es la obtención de lucro a cualquier precio y en cualquier lugar del mundo, entendiendo que la mejor forma de lograrlo es a través de la exportación del modelo neoliberal y de democracia representativa estadounidense, para lo que cuentan con la OTAN como principal instrumento de imposición. 

En el caso de Siria, ¿a quién se le puede ocurrir que un gobierno y un ejército victorioso que han derrotado al terrorismo con la ayuda de sus aliados internacionales, quiera utilizar armas de destrucción masiva contra un enemigo prácticamente derrotado y confinado a escasos rincones del país, solo protegidos por Estados Unidos y Turquía? Hay que recordar que esa práctica de atacar a un enemigo derrotado, es también parte de la doctrina militar estadounidense cuya habitual cobardía, los llevó a lanzar dos bombas atómicas contra ciudadanos inermes, destruyendo las ciudades de Hiroshima y Nagasaki en Japón, en agosto de 1945, cuando el emperador estaba rendido y solo negociaba su permanencia en el trono. El dicho popular refiere que “todo ladrón juzga por su condición” 

En otro ámbito, toda esta parafernalia ha servido como justificación para la suspensión de la participación de Trump en la Cumbre de Lima, toda vez que el presidente debió quedarse en el país por los preparativos que Estados Unidos está haciendo para un eventual ataque militar a Siria y para “vigilar los acontecimientos globales”, según informó su vocera. 

Los medios de difusión hablan preeminentemente de este tema, por las posibles repercusiones que pueda tener para la paz mundial, pero también por las razones reales que pueda haber tenido Trump para desistir de participar en la Cumbre. A esto se le dan varias interpretaciones: en primer lugar los problemas que está enfrentando internamente. Se sabe que Trump está indignado por el allanamiento del FBI a la oficina y residencia de Michael Cohen, su abogado personal. En este caso, no se trata de investigar sobre “fantasmas rusos” sino sobre prostitutas de carne y hueso, cuyos servicios están lejos de corresponder a alguno de los deberes que la Constitución establece para el jefe de la Casa Blanca. Esta y otras medidas parecen indicar que se va cerrando el círculo sobre él y que podría llevarlo a enfrentar un 'impeachment' en los próximos meses. 

Por otra parte es evidente la falta de interés de Trump en América Latina y el Caribe, es claro que la región no es una prioridad para él. No ha tenido una agenda clara, solo la imposición de sus intereses. Los pocos beneficios que ha tenido algún país de América Latina (Colombia, México y Argentina) han sido a cambio de concesiones soberanas. No ha habido búsqueda de intereses comunes, salvo la agresión contra Venezuela. 

Trump desprecia a América Latina. Ha culpado a México por la pérdida de empleos, amenazó con romper un pacto comercial con su vecino del sur y Canadá y lanzó su campaña describiendo a los inmigrantes mexicanos como “violadores” y traficantes de drogas. También apuntó a la migración desde Nicaragua, Honduras, Guatemala y El Salvador y ha amenazado con cortar la ayuda a Colombia y Perú por el tráfico de drogas. Uno de sus proyectos más importantes es construir un muro a lo largo de toda la frontera entre México y Estados Unidos, lo que ha sido rechazado en todos los países. A pesar de esto, en una muestra clara de servilismo, el ministro de economía de México, Ildefonso Guajardo, al enterarse de la ausencia de Trump en Lima exclamó: “Vamos a extrañarlo”. 

Lo curioso es que Trump estableció como cuartel general para “vigilar los acontecimientos globales” y para dirigir la guerra contra Siria su lujoso palacio personal de Mar-a-Lago. Lejos del cada vez más desagradable ambiente de Washington que lo acosa y aburre, en Palm Beach, estado de la Florida, donde el 96% de la población son euroamericanos y de ellos 93,8% blancos no hispanos, Trump se siente más a gusto. Además, está feliz por haber tenido una coartada que le evitó tener que reunirse con los desagradables presidentes latinoamericanos y del Caribe, entre los cuales hay varios “negros de mierda”. 

Estos, tendrán que ir a Lima para encontrarse con el vicepresidente Pence quien a regañadientes viajó al Perú a participar en una Cumbre que nació muerta. Por eso la queja del Senador Marcos Rubio, quien deseoso de utilizar la reunión para continuar cerrando el dogal contra Venezuela y Cuba exclamó: “Se sienten desatendidos, y he escuchado eso una y otra vez durante casi una década”, “No importa quién esté a cargo, ellos sienten que Estados Unidos habla de la boca para fuera con el hemisferio occidental, pero en gran medida lo descuida”. 

En fin, mientras esto ocurre en Occidente, del otro lado del planeta se ha realizado en China el Foro de Boao, casi simultáneamente a la Cumbre de las Américas en Lima, ambos persiguiendo aparentes objetivos similares en la medida que los dos eventos pretenden ser instrumentos para la integración y la cooperación entre países, toda vez que ambos cónclaves convocan a aquellas naciones que configuran el espacio inmediato, es decir el entorno de las dos mayores potencias económicas del mundo…pero hasta ahí llegan las semejanzas. 

La Cumbre de las Américas es un evento convocado para acentuar la hegemonía imperial estadounidense, en el que en pie de desigualdad, los países de la región acuden puntualmente bajo el mandato predominante de Estados Unidos. 


El Foro de Boao convocado bajo el auspicio y la promoción de China es un marco propicio para seguir avanzando en la búsqueda de "una Asia abierta e innovadora para un mundo de mayor prosperidad", por lo que el debate busca ampliar los espacios de concertación política, apertura económica y colaboración en cuanto a la innovación tecnológica y productiva. Con ello China se propone el objetivo de construir una comunidad de destino común, a partir de la influencia y el apoyo mutuo entre los países que conforman este espacio geográfico. En el contexto actual, en el que la administración estadounidense ha tomado medidas que afectan el comercio mundial y avanzan en dirección contraria a la tendencia general de la economía, el presidente Xi Jinping ha enfatizado en el Foro que, en cumplimiento de los acuerdos del XIX Congreso del Partido Comunista de China, el país profundizará la política de reforma y apertura que en este 2018 cumple 40 años de su inicio y que al mostrar su éxito, permite al país abrir mucho más su economía al mundo, dando una señal positiva al planeta en medio de las turbulencias generadas desde Washington. 

En este marco los anuncios del presidente Xi de facilitar el acceso al gran mercado de China, flexibilizando restricciones y ampliando la cooperación entre el mercado chino y los mercados extranjeros, así como la creación de un entorno más atractivo para las inversiones, una mejor protección a la propiedad intelectual y la ampliación del espacio para las importaciones chinas tienden a configurar un ambiente beneficioso para la economía global. 

Todo este esfuerzo coadyuva indudablemente en la creación de un ambiente positivo para la paz, el desarrollo y la cooperación, no solo para Asia, también para toda la humanidad. La tradición china de relacionarse como iguales con otros países del mundo, la promoción del diálogo y la armonía y el respeto a la naturaleza crean condiciones para que los pueblos del planeta puedan pensar en un futuro más promisorio. El esfuerzo de China y del presidente Xi quien en sus palabras en el Foro de Boao ha reiterado la voluntad de su país y de su pueblo de avanzar hacia la construcción de una comunidad de destino común para toda la humanidad, tal como fue inscrito recientemente en la Constitución de la República Popular China, significan un aporte sustancial en el camino de lograr ese objetivo deseado por los ciudadanos de todas las longitudes y latitudes del planeta.

sábado, 14 de abril de 2018

"El problema de EEUU en Medio Oriente no es Siria, sino el éxito de la política de Rusia e Irán"


Según el analista internacional Sergio Rodríguez Gelfenstein, las posibilidades de bombardeos masivos de EEUU en respuesta a un supuesto ataque químico en la ciudad siria de Duma —que Washington adjudica al Ejército bajo el mando de Bashar Asad— se enmarca "en un proceso de deterioro de la política exterior" de la Casa Blanca.

Se espera que en las próximas horas Donald Trump tome una decisión sobre un bombardeo en Siria en represalia a este presunto episodio. El mandatario adjudicó a través de Twitter la responsabilidad al Gobierno de Damasco, así como a Rusia e Irán "por apoyar" a Asad, a pesar de que no existen investigaciones imparciales ni pruebas sobre quiénes cometieron este acto.

Ver entrevista completa en:

https://mundo.sputniknews.com/orientemedio/201804101077781348-eeuu-politica-exterior-fracaso-siria/

jueves, 12 de abril de 2018

La Cumbre de las Américas, "una instancia vacía"


La Cumbre de las Américas de Lima se destaca por las ausencias de Donald Trump y Nicolás Maduro, entre otros, en medio de la crisis política en el país anfitrión y con un panorama convulsionado en Brasil. ¿Qué sentido tiene la reunión en este contexto? Para responder a esta pregunta, Sputnik dialogó con el analista Sergio Rodríguez Gelfenstein.

Según Rodríguez Gelfenstein, casi todas estas reuniones —que agrupan a los mandatarios de todo el continente y que tienen precedentes históricos desde 1889— "han sido de un plegamiento absoluto de América Latina a EEUU" y se inscriben en la visión que tiene Washington sobre su derecho al "control sobre la región", en sintonía con la doctrina Monroe.

Al mismo tiempo, EEUU parece no dar demasiada importancia al cónclave presidencial. Trump no volará a Lima y se espera que se enfoque más en decidir una ofensiva contra el Gobierno sirio por un supuesto ataque químico, de cuya responsabilidad aún no se tienen pruebas. Esta ausencia demuestra, para Rodríguez Gelfenstein, que la Cumbre de las Américas "no tiene ningún tipo de significación".

Ver entrevista completa en: 

https://mundo.sputniknews.com/politica/201804111077811190-cumbre-americas-fracaso-significado/ 






viernes, 6 de abril de 2018

La guerra: un entretenimiento imperial


En septiembre de 2014, cuando regresaba de un viaje a Corea, el Papa Francisco sentenció que: “la tercera guerra mundial ya comenzó, sólo que se libra en trozos pequeños, en capítulos". A la luz de los acontecimientos recientes, y de esta afirmación, tal vez se haga necesario actualizar el tradicional concepto de Clausewitz quien estableció que la “guerra es la continuación de la política por otros medios”. Vladimir I. Lenin, agregó que estos medios eran siempre violentos. Clausewitz había afirmado que se debía entender la guerra como una acción de carácter político, que estaba sustentada en la enemistad, la violencia y el odio entre partes y que además, tenía un alto componente de casualidad y de manejo de probabilidades. 

En estos términos, en los que se concibe a la guerra como una acción política, deberían estudiarse y definirse los múltiples enunciados que se están usando en años recientes (pero sobre todo, desde que Donald Trump asumió la administración del gobierno de Estados Unidos) y que hacen alusión, -por ejemplo- a “guerra verbal”, “guerra económica”, “guerra comercial”, “guerra diplomática”, “guerra mediática” y “guerra jurídica”, por mencionar algunas de las que más se utilizan. 

Por supuesto, como todo fenómeno de carácter político y/o social, estas modalidades no se manifiestan aisladas una de otra, al contrario, lo común es que unas y otras estén imbricadas y se desarrollen de manera simultánea, sin embargo, no deben confundirse con el concepto de “instrumentos” que son los recursos que se utilizan para llevarlas a cabo. 

Trump ha inaugurado una etapa de guerra verbal a través de las redes sociales, lo cual le permite enmascarar su ignorancia y carencia de recursos intelectuales para la toma de decisiones. Así, en pocas palabras, da a conocer sus ideas, insulta a otros líderes y a pueblos enteros, incluyendo a algunos de sus aliados. Uno de los preferidos, ha sido el presidente mexicano Enrique Peña Nieto, pero en este caso no ha habido guerra, sino sumisión y aceptación de los dichos del agresor. En días recientes: dos cachorros imperiales Benjamín Netanyahu, líder del Estado sionista y Recep Tayyip Erdogan, presidente de Turquía la emprendieron a insultos en los que cada cual acusaba al otro de tener una calidad genocida superior: el turco, después de decir que su colega sionista era un “carnicero”, le espetó que “No tenemos la vergüenza de los invasores, Netanyahu. Eres un invasor y estás presente en aquellas tierras como invasor. Al mismo tiempo, eres un terrorista", a lo cual el verdugo de Gaza le respondió: “Él, que ocupa Chipre del Norte y la región kurda, y organiza carnicerías de civiles en Afrín, no debería sermonearnos sobre la moralidad y los valores". Están a la vista los “altos principios” de estos líderes y sus países que se enfrentan en este tipo de guerra. 

Pero la pugna más divulgada de los últimos tiempos, es aquella que confronta el planeta tras recibir los embates comerciales de Estados Unidos, país que - mientras su economía era boyante, abarcadora y capaz de penetrar exitosamente y a su favor, todos los mercados del planeta- era el mayor promotor del libre comercio, se ha transformado en altamente proteccionista cuando el presidente-empresario se dio cuenta que su nación ha perdido competitividad científica y tecnológica y ha gastado inútilmente gigantescos recursos financieros exportando (casi siempre por vía de la fuerza) la destrucción y la muerte a todos los rincones del globo, con el objetivo de imponer su modelo de expoliación capitalista. 

Para ello, se vale de todos los recursos, desde la bufonada que ha dejado en ridículo a los personeros del gobierno británico desmentidos por sus propios científicos respecto de un ataque ruso que no han podido probar, hasta las supuestas injerencias del Kremlin en cuanta elección haya en el mundo, lo cual tampoco han demostrado. Sin embargo, estos han sido los argumentos para la guerra comercial, la aplicación de sanciones y el incremento del gasto militar, a fin de intentar apuntalar su economía por esta vía. 

En el caso de la guerra económica, comercial y financiera contra China, que parece ser el objetivo número 1 de Trump en su política exterior, dados los indudables avances que la potencia asiática ha tenido en los últimos años, se ve poco probable que la misma conduzca a Estados Unidos al éxito. Según el economista japonés Takehijo Nakao, presidente del Banco Asiático de desarrollo, la economía china ha tenido un crecimiento acelerado que ha llevado al país a de uno de los ingresos per cápita más bajos del mundo al de uno de renta media-alta, llegando a 2017 con 30 millones de pobres de una población de 1.380 millones de habitantes, es decir alrededor del 2,2%, mientras que en Estados Unidos es de 41 millones en una población de 325 millones, equivalente al 12,6%. Según Nakao “China se ha convertido en un líder en áreas como el comercio electrónico y la economía compartida. La nueva tecnología y los emprendedores están propulsando el surgimiento de grupos industriales innovadores". En cuanto a los factores del éxito de China, el ejecutivo definió a los "motores sociales" como "la clave". 

Ante las restricciones que pudieran generar las recientes medidas adoptadas por el presidente Trump para aplicar nuevos aranceles por valor de 50 mil millones de dólares a las exportaciones chinas a su país, el economista estadounidense Joseph Stiglitz afirmó que China tiene mejores condiciones y posee una mayor gama de instrumentos que Estados Unidos para enfrentar las perturbaciones económicas que se pudieran generar tras estos hechos que configuran el inicio de una guerra comercial. Estas acciones, respaldadas por la “doctrina” Trump en esta materia, que expone que: “las guerras comerciales son buenas y fáciles de ganar”, además de poner de relieve la estupidez característica del inquilino de la Casa Blanca, esconde su gran ignorancia en el tema. 

Según Stiglitz, los sectores de la economía china que podrían salir perjudicados por las medidas, pueden ser redirigidos por el Estado a aumentar la demanda interna en áreas deprimidas, toda vez que las decisiones en materia económica del gobierno chino en los últimos años han estado orientadas a impulsar este tipo de demanda. El economista opina que incluso si China cambiara sus políticas comerciales, Washington no podría solventar el problema que le genera el déficit comercial, porque éste es una “consecuencia de macroeconomía y Estados Unidos entonces tendrá un déficit más grande con otros países”. Agregó que su país tiene muchas limitaciones en cuanto a las medidas correctas que pudiera tomar porque se ha vuelto muy dependiente de las importaciones de bajo costo. Ejemplificando su afirmación dijo que si le aplicara aranceles a los artículos textiles chinos, el costo de la vida aumentaría en Estados Unidos, lo que conducirá a un aumento de las tasas de interés, volviendo más lenta la economía y creando desempleo. En resumen una nueva guerra perdida. 

Mientras tanto, la guerra diplomática de Gran Bretaña con Rusia, a la que se plegaron 26 países, la mayoría de Europa y que afectó a 153 diplomáticos por cada parte, ha resultado en un total ridículo, toda vez que además de los contratiempos generados a los 306 funcionarios y sus familias, la medida no ha tenido ningún impacto, y ya las cancillerías están negociando para reponer a los diplomáticos expulsados, con otros en los mismos puestos. Un gran escándalo, innecesario y que comienza a desvanecerse, otra guerra perdida, esta vez por gobiernos que cada vez más hipotecan su soberanía a favor de Estados Unidos, que además los obliga a pagar el 2% de su PIB para protegerlos, nadie sabe de quién, porque las únicas guerras que se han producido en su territorio en el último siglo y medio han sido gestadas por ellos mismos, por sus ambiciones colonialistas, imperialistas y de expansión.