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domingo, 18 de diciembre de 2011

“Por la razón o la fuerza”, Chile está vivo


Sin registro electoral alguno, Pinochet impuso fraudulentamente la Constitución que legalizó su modelo político autoritario de economía neoliberal de mercado. La constitución pinochetista encadenó un entramado jurídico antidemocrático que consagró un modelo gatopardiano en el que todo debía cambiar para que todo siguiera igual.

La Concertación  fue el instrumento ideal en el que socialistas “deslastrados” del ideal allendista y los mismos demócrata cristianos que promovieron el golpe de 1973, se unieron para vender al mundo un espléndido modelo de democracia autoritaria y economía neoliberal administrado por la izquierda. 

El mundo se mostraba gratamente sorprendido por ese Chile “tan moderno”. La Concertación y sus paladines Aylwin, Frei, Lagos y Bachelet se encargaron cual somnífero de mantener al pueblo chileno aletargado durante dos décadas.  El  putrefacto cadáver del dictador suspiraba de emoción y la derecha empresarial se frotaba las manos de dicha financiera. Mientras tanto –se decía- no se debía hacer nada so pena que regresara la derecha y se “terminaran las libertades”.

Pero la derecha regresó y todo siguió igual, salvo que se desvaneció el efecto somnífero bajo el influjo de una nueva generación   que no conoció la dictadura, pero si sus perniciosos efectos antidemocráticos y neoliberales. Restricciones al estudio  y al trabajo, pobreza encubierta, una de las distribuciones más inequitativas del mundo, privatizaciones por doquier, falta de oportunidades, un futuro incierto y otras perlas han hecho estallar el paraíso de Pinochet y la Concertación. Hoy los jóvenes están en las calles y luchan por sus derechos. Han comenzado a hacer válido el lema del escudo de Chile, “Por la razón o la fuerza”. Toda la fuerza de la juventud chilena en favor de su lucha junto al pueblo. Chile está vivo.

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