Con bombos y platillos se anunció hace unos meses que el fin de la pandemia significaría un “nuevo comienzo”, algo bastante indefinido que evidentemente para América Latina ya no se producirá en este 2021 toda vez que la mutación del virus ha producido novedosas variantes que tienen a Brasil como su epicentro más reconocido ante la alarma de la OMS que ha declarado la emergencia sanitaria para toda la región.
Por otra parte, hasta el momento la vacunación en América Latina y el Caribe alcanza al 2,8% de su población, mientras que en el mundo llega a 3,5%. Esa cifra es muy baja si nos atenemos a que la población de la región es 8,1% del total del planeta. Esto da cuenta de cómo el proceso de inoculación se ha concentrado en muy pocos países.
Tal vez ningún hecho de la historia de los últimos 250 años como el manejo de la pandemia y en particular la producción y distribución de las vacunas para contrarrestar el virus, haya evidenciado con tanta transparencia el verdadero talante de la sociedad capitalista.