En el siglo VI antes de Cristo, específicamente durante el año 550 (un poco más de 2.300 años antes que surgiera Estados Unidos) Ciro II el Grande, quien había unificado a los persas conquistó Babilonia, Siria, Irak y parte del Asia Menor. Una de las características de su gobierno fue tratar a los países sometidos con respeto a sus costumbres y tradiciones y hasta con magnanimidad, generando un concepto novedoso en la antigüedad. Su hijo Cambises II continuó su labor tomando Egipto y creando el mayor imperio conocido en la región en toda la historia.
Mucho más recientemente, durante la penúltima década del siglo pasado Irán derrotó a Irak tras una guerra de 8 años a pesar que Saddam Hussein recibió el apoyo financiero, militar y político de Occidente en el afán de destruir la revolución islámica.
Sólo Donald Trump con su ignorancia y arrogancia habitual puede justificar la barbarie cometida diciendo que “Irán nunca ganó una guerra, pero nunca perdió una negociación".