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viernes, 7 de febrero de 2025

Antonio José de Sucre. Gran Mariscal de Ayacucho. 200 años


Las estirpes paterna y materna indicaban que la carrera de las armas debía ser en primer lugar la que abrazara Antonio José, su propio padre llegó a ser general en jefe del Ejército de Cumaná. Antes, la precipitada muerte de su madre y el nuevo matrimonio de Don Vicente influyeron poderosamente en la vida del niño que adoptó una personalidad introvertida y taciturna.

Inició sus estudios en la Escuela de Primeras Letras de Cumaná pero pronto fue trasladado a Caracas ciudad en la que bajo protección, orientación e influjo de su padrino el clérigo Antonio Patricio Alcalá ingresó a la Escuela de Ingenieros, donde aprendió geometría, álgebra, trigonometría, agrimensura, fortificación y artillería.

Los sucesos del 19 de abril de 1810 le sorprenden en Caracas, el fulgor de los hechos van a tener notable influencia en el joven cumanés que paraliza sus estudios y decide retornar a su ciudad natal que había adherido a la revolución y creado su propia Junta de Gobierno.

Otro sacerdote, su tío José Manuel Sucre, le insufló a los 15 años el fervor patriótico que a esa temprana edad habría de adquirir y perpetuar por el resto de su vida. No hubo más tiempo para el estudio, sintió que Venezuela requería de sus servicios y se entregó a la carrera militar, asumiendo la responsabilidad de una formación autodidacta.

Su vida en campaña comenzó en 1811 y no habría de cesar sino con su muerte. Tuvo su bautismo de fuego a los 16 años durante la toma de Valencia, sangrienta batalla que se saldó con la victoria a pesar que las filas republicanas tuvo grandes bajas. En estas condiciones conoció a Francisco de Miranda, con quien tuvo un encuentro casi imperceptible. En ese contexto también conoció al coronel Simón Bolívar que servía a las órdenes de Miranda.