Ante la incapacidad de la
comunidad internacional para detener el avance de la epidemia de ébola, la
preocupación de los organismos internacionales se ha ido elevando al máximo. En
ese marco, el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon llamó por teléfono el 9
de septiembre a varios líderes mundiales recabando ayuda para evitar que el mal
se continúe propagando. Por supuesto, casi todos los jerarcas gubernamentales
convocados por el máximo dirigente del organismo internacional eran de países desarrollados y ricos, sin
embargo el prestigio y el aval internacional de Cuba en esta materia no
pudieron ser soslayados, por lo que al Presidente Raúl Castro también se le
solicitó el apoyo urgente de la isla caribeña a fin de contribuir con su
experiencia y su avanzado modelo científico en esta materia.
De acuerdo con la Organización
Mundial de la salud (OMS) el número de casos de ébola asciende a 4800, cifra
que crecerá ante la posible aparición de otros miles en Liberia durante las
próximas tres semanas. La epidemia ha golpeado
sobre todo a Guinea, Liberia y Sierra Leona, donde se reportan más de 2400
muertos en lo que se ha catalogado como el peor brote del microorganismo en
cuatro décadas.
La respuesta del gobierno cubano
fue inmediata. Al día siguiente, miércoles 10 de septiembre, una delegación
encabezada por el ministro de Salud Pública. Dr. Roberto Morales Ojeda viajó a
Ginebra, Suiza, sede de la OMS, para coordinar la ayuda de su país en la lucha
contra la epidemia. El jueves 11, solo
dos días después de la conversación telefónica entre Ban Ki-moon y Raúl Castro,
el Dr. Morales y la delegación que lo acompaña se
entrevistó con la directora general de la OMS, Margaret Chan, y visitaron un
centro de emergencia para atender la situación de esa fiebre hemorrágica.
El
ministro cubano informó que su país ya tiene 23 colaboradores médicos en Sierra
Leona y 16 en Guinea. Así mismo, dio a conocer, que Cuba aportará una brigada de 165 integrantes, de los cuales
62 son médicos y 103 enfermeros y enfermeras con un promedio de 15 años de
experiencia, todos los cuales se han ofrecido voluntariamente para esta misión
de alto contenido humanitario, dada la peligrosidad del virus. Este contingente
médico cubano tiene en su haber la
participación en situaciones de desastre natural y epidemiológico, además de
haber estado presente en otras misiones de cooperación de las tantas que Cuba
ha prestado en todo el mundo.
No es
primera vez que Cuba envía a su personal médico a África. Ya en mayo de 1963 a
solo 4 años del triunfo de la revolución, la primera Brigada Médica cubana
viajó a Argelia, país que el año anterior había declarado su Independencia de
Francia después de lo cual sólo quedaron
600 médicos para atender una población de 11 millones de habitantes. La
grandeza del hecho estriba en que en ese momento en Cuba sólo había 3000
médicos, después que una cantidad similar había abandonado el país tras el
triunfo de la revolución en 1959. Este primer contingente de 54 trabajadores de
la salud, de los cuales 29 eran médicos, 14 enfermeros y enfermeras, 7 técnicos
de rayos x y 4 odontólogos –al igual que ahora- cumplieron su misión de forma
totalmente voluntaria.
Más
recientemente, la operación Milagro llevada adelante por Cuba junto a Venezuela
ha permitido recuperar la vista a 36636
ciudadanos africanos. Según el ministro
de salud de Cuba “En África, hasta la
fecha, han participado 76744 colaboradores de la salud en 39 países. En estos
momentos existen 4048 colaboradores en 32 países, de ellos 2269 son médicos”.
Por
su parte la Dra. Margaret Chan, Directora General de la OMS agradeció al
presidente Raúl Castro, por ser su país el primero que dio el paso ante el
llamado de la ONU y la OMS. La Dra. Chan recordó que Cuba es mundialmente
famosa por “su capacidad para entrenar excelentes médicos y enfermeras” y
agregó que además es famosa “por su
generosidad y solidaridad con los países en ruta hacia el progreso”, por lo que
hizo patente la necesidad de aprender de la experiencia cubana en el
tratamiento de casos de emergencia Finalizó diciendo que esperaba que el
anuncio hecho por el gobierno cubano estimulara a otros países a ofrecer su
apoyo.
La
colaboración médica cubana que lleva vida a todo el mundo contrarresta la
información cotidiana de los últimos meses y años signada por la intervención
militar occidental en la propia África, pero también en Asia, Europa y América
Latina acarreando destrucción y muerte consigo.
A
pesar de esto, sin armas letales por medio, los médicos cubanos causan terror
al imperio. El propio presidente Barack Obama – con indisimulado desprecio- se
refirió a ello el 19 de abril de 2009 cuando en la Cumbre de las Américas que
se celebraba en Puerto España, Trinidad y Tobago la catalogó como la
“diplomacia médica” de Cuba. Sólo en la mente perversa del primer presidente
gris de la historia de Estados Unidos puede caber la peregrina idea de que la
ayuda humanitaria entregada desinteresadamente y de manera voluntaria pueda
tener objetivos políticos tras sí. Sólo su mentalidad consumista, prohijada en
una sociedad putrefacta puede concebir la imagen de una salud que se rija por
la ley de la oferta y la demanda.
Solo
seres superiores, provistos de valores que consideren la condición humana por
encima de intereses particulares, pueden ser capaces de verter su sudor, su
esfuerzo, su sacrificio y su sangre -cuando ha sido necesario- para llevar
adelante los supremos intereses de la humanidad.
Uno
de los primeros médicos enviados por la revolución cubana a África fue el
Comandante Ernesto Che Guevara. No iba sin embargo a cumplir misiones
profesionales. En fecha tan temprana como 1965 hizo su primer viaje a ese
continente. Quería conocer en carne propia los estragos causados por casi 5
siglos de ocupación colonial y ofrecer a los líderes africanos que luchaban por
la independencia, el apoyo del pueblo cubano para erradicar ese flagelo.
Antes,
el 11 de diciembre de 1964 en su intervención ante la XXI Asamblea General de
la ONU al referirse al papel del colonialismo en África y especialmente en el
Congo, el Comandante Guevara expresó que “Nuestros ojos libres se abren hoy a
nuevos horizontes y son capaces de ver lo que ayer nuestra condición de
esclavos coloniales nos impedía observar; que la civilización occidental
esconde tras su vistosa fachada un cuadro de hienas y chacales. Animal
carnicero eso es lo que hace el imperialismo con el hombre, eso es lo que
distingue al blanco imperial”.
Esas
hienas y chacales que experimentan para crear enfermedades a fin de producir
vacunas que engorden las arcas de los grandes laboratorios son los causantes de
esta epidemia de ébola. Sus fauces llenas de la sangre de pueblos marginados
del desarrollo
y sedientas de mayor expoliación y guerra no son capaces de
acudir a la ayuda que la humanidad necesita para exterminar este terrible mal.
En Nuestra América, en este Caribe orgulloso construido con la sangre
africana, un pueblo noble y solidario acude una vez más al llamado de la vida.
Cuba, con su ejemplo cotidiano de amor y paz, se yergue por encima de las
dimensiones de su superficie y población, por arriba del tamaño de su economía
y logra saltar el brutal muro del
bloqueo imperial, para seguir erigiendo el homenaje más sublime a su apóstol
José Martí cuando dijo que “Patria es humanidad”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario