La semana pasada analizábamos las repercusiones geopolíticas que podría tener la derrota de Estados Unidos y la OTAN en Afganistán. Por supuesto, es una situación en evolución que todavía no alcanza a mostrar su verdadera dimensión. De ahí que parece justificado el protagonismo que el tema ha cobrado entre analistas y políticos, obviamente visto desde disimiles perspectivas. En esa medida, no deja de causar profundo estupor la superficialidad, banalidad y hasta ignorancia con que se refieren algunos de los líderes occidentales a la situación generada por su propia estulticia que se puede entender solo como expresión de su prepotencia imperial. Causa desasosiego constatar que la paz del mundo está en manos de esta cáfila de irresponsables. La “retirada” de Afganistán lo ha puesto en evidencia.
Al respecto, el presidente Joe Biden ha afirmado que Estados Unidos está llevando a cabo una de las mayores y más difíciles evacuaciones de la historia asegurando que es “el único país del mundo capaz de proyectar tanta fuerza en un lugar tan remoto”. Además de ser falso, Biden despliega toda su ignorancia en pos de construir un nuevo relato dirigido a incentivar el trabajo de los estudios de Hollywood. Lo más probable es que ya –al igual que en Vietnam- se estén proyectando centenares de películas en las que se mostrará la victoria estadounidense, el heroísmo de sus soldados y la genialidad de sus generales, hasta que surja un nuevo Oliver Stone y otro film como “Pelotón” desmienta y desmitifique tal falacia.
¿Sabrá Biden lo que ocurrió en Dunkerke a finales de mayo de 1940 donde tuvieron que ser retirados 330 mil soldados a Inglaterra? ¿Habrá conocido Biden lo que sucedió a mediados de octubre de 1941 cuando el gobierno soviético y parte importante de la población se vieron obligados a abandonar Moscú en el momento en que las tropas nazis estaban a solo 120 km. de la capital?