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lunes, 7 de septiembre de 2020

La tarea más honrosa y revolucionaria del momento



La humanidad vive el momento más difícil de su historia. Nunca antes como ahora se había producido una concurrencia de eventos que son expresión de la crisis más profunda de la que se tiene conocimiento. 

Agobiados por el enfrentamiento de una cotidianidad que se ha tornado muy agresiva para todos, pero sobre todo para aquellos pueblos a los que Estados Unidos les ha declarado la guerra, a veces no logramos percibir que esta inédita situación se manifiesta porque también es primera vez que damos la cara a elementos que se relacionan con la crisis estructural de la sociedad de clases que hoy es capitalista pero que antes fue esclavista y feudal. 

En todas ellas, las clases privilegiadas tuvieron capacidad para superar las crisis e incluso adoptar perspectivas revolucionarias y transformadoras dando paso a nuevas formaciones económico sociales que apuntaban al perfeccionamiento de la explotación. 

En esa medida, el capitalismo no tiene futuro, su fase superior imperialista está siendo partera de su propia destrucción en tanto en su expresión neoliberal, destruye las propias bases del capitalismo, tales como la libre competencia y el libre mercado, de la misma manera que el individualismo, el consumismo y el derroche como testimonios y afirmación de valores que pueden proporcionar felicidad y éxito momentáneo, no solucionan los grandes problemas de la humanidad. He ahí su fracaso. 

La pandemia de coronavirus ha sido el símbolo de un estrepitoso fiasco. Los sistemas de salud han colapsado incluso en aquellos países ricos y desarrollados. Pero no es solo eso. En simultánea asistimos a la destrucción del sistema multilateral que a pesar de sus deficiencias ha provisto al mundo de un instrumento para la solución de los conflictos y una estructura jurídica que evite la anarquía y el caos en el planeta. 

Igualmente, nos vemos confrontados a la posibilidad de la guerra, a la impunidad de los poderosos, a la destrucción del planeta como resultado del cambio climático, a una crisis económica de dimensiones desconocidas y novedosas en la historia de la humanidad y como consecuencia de todo ello, a la exacerbación del racismo, la misoginia, la homofobia y la persecución de las minorías como práctica política que cercena las bases de la falsa democracia representativa que es solo un sofisticado instrumento de dominación de clases, adaptado a la modernidad que inició la revolución francesa. 

Ni siquiera los preceptos que la sostuvieron y que dieron relevancia a esa revolución burguesa pueden ser hoy sostenidos por las élites de poder. La solidaridad, la igualdad y la fraternidad, vendidas al mundo como panacea de la nueva transformación que se anunció en Francia en 1789 tras el aplastamiento del sistema monárquico feudal, hoy son entelequias que la furia de los poderosos (no necesariamente de los pueblos como hubiera sido deseable) se está encargando de destruir. 

Ante esto, un grito de alerta que emerge del pensamiento y la voz de Noam Chomsky, un respetado intelectual estadounidense deja ver todo el sentido del instante: “Nunca ha habido un momento (…) en el que haya surgido una confluencia de crisis [como esta] y las decisiones sobre ellas tienen que tomarse muy pronto, no se pueden retrasar”. 

De ahí que cuando se resiste y se lucha en cualquier lugar del mundo, se está haciendo en primera instancia por la salvaguarda de la vida en el planeta. Hoy, no existe tarea más revolucionaria y más honrosa que esta. 

miércoles, 2 de septiembre de 2020

Rebelión en la Granja


En su afán de destrucción del sistema multilateral Donald Trump no se para ni siquiera en el avasallaje de aquellas instituciones creadas por Estados Unidos para sostener su dominio imperial. Esto es particularmente ostensible en América Latina y el Caribe donde no contento con todos los desmanes que realizan tales instituciones con el aval de la potencia hegemónica, las arma y desarma a su antojo.

El caso más palpable fue cuando ante la impotencia y el fracaso de la OEA en su intento por derrocar al gobierno de Venezuela, agrupó a sus súbditos quienes en la capital peruana tomaron el bastón para aspirar a conseguir lo que la OEA no pudo. Al final, todo terminó en una bufonada más a cargo del director de la CIA que funge como secretario de Estado. 

Se ha hecho más evidente que nunca que la política exterior de Estados Unidos no puede obtener logros a través de las vías diplomáticas proclives a la negociación y el diálogo y solo se puede imponer a través del sometimiento, la fuerza, la amenaza y el chantaje. Por supuesto, en América Latina y el Caribe tiene éxito porque las élites de derecha no tienen empacho en someterse, ser sujetos de amenaza y chantaje y aceptar la fuerza sin importar los intereses nacionales ni la soberanía, si de defender sus mezquinos intereses se trata.

sábado, 29 de agosto de 2020

Capitalismo y pandemia.



18 de agosto de 2020 

Si bien es cierto que el coronavirus y la posterior pandemia causada por su propagación son hechos de salud pública que debieron tratarse en esa dimensión atrayendo la cooperación y solidaridad mundial para enfrentarla, la realidad es que la determinación de su origen, el manejo, las prioridades y las orientaciones para salvaguardar la vida de los ciudadanos se ha transformado en un hecho político. Así mismo el surgimiento, distribución y uso de las vacunas para evitar el contagio y contrarrestar el efecto de la enfermedad, por obra del afán de lucro capitalista son ahora un hecho económico generadoras de gran impacto geopolítico global. 

En un tweet de la periodista española Helena Villar, corresponsal de RT en Estados Unidos se muestra todo la canalla propagandista que ha desatado la prensa occidental para desacreditar la anunciada vacuna rusa contra el Covid19. En un titular de la agencia británica BBC respecto de la vacuna de la Universidad de Oxford y Astra Zeneca se señala que es muy prometedora y que se encuentra en última fase de ensayos clínicos. La misma agencia pone en duda la efectividad de la vacuna rusa por la “velocidad con la que se ha aprobado”. 

En el trasfondo, lo que permea esta noticia es la desesperación de las grandes empresas farmacéuticas por la posible pérdida del gran negocio que significaría obtener el antídoto que ponga freno a la pandemia. Mucho más si el fármaco es obtenido por Rusia o China, países cuyos presidentes han anunciado que lo ofrecerán gratuitamente en beneficio de la humanidad. 

Ya Rusia ha recibido pedidos por 1.000 millones de vacunas de 20 países. Según la periodista Vicky Peláez del portal Sputnik Mundo “estas solicitudes hicieron bajar en seguida las acciones de Pfizer en un 0,8%, las de Novavax en 7,7% y las de Moderna en un 2,5%”. Esa es la verdadera razón de la mala publicidad de la BBC y de los medios de comunicación occidentales, muchos de los cuales se negaron a incluir en sus reportes la información proporcionada sobre las claves de la investigación de la vacuna rusa contra el Covid19. 

Kiril Dmítriev, Director Ejecutivo del Fondo Ruso de Inversión Directa (RFPI por sus siglas en ruso) institución patrocinadora de la producción de la vacuna informó que “ya está lista y registrada”. Hizo saber que concluyeron las dos primeras fases de los ensayos clínicos. Ahora, se publicarán los resultados para cumplir con los requisitos internacionales exigidos. De la misma manera se dará a conocer información detallada sobre la vacuna., esperando que la producción masiva comience en septiembre. 

Por su parte, China también entregó la primera patente de vacuna contra el Covid19 a la desarrollada por la Academia de Ciencias Médicas Militares y la compañía de biotecnología china CanSino Biologics. La vacuna china denominada "Ad5-nCoV", se presentó el 18 de marzo y fue aprobada el 11 de agosto según el documento de la patente. Esta vacuna ya superó la fase 2, encontrándose en trámite la fase 3 antes de iniciar su producción masiva de acuerdo a las normas internacionales exigidas por la OMS. 

Estas noticias son muy importantes para Venezuela porque siguiendo las políticas de sanciones unilaterales coercitivas de Estados Unidos y Europa contra nuestro país, lo más probable es que se le niegue el acceso de las mismas al gobierno, a fin de intensificar el bloqueo y la acción genocida de estos países contra el pueblo venezolano. La alianza estratégica con China y Rusia y la solidaridad y cooperación que estos países han mostrado con Venezuela son garantía de obtención de este preciado instrumento para la salvaguarda de la salud y la vida de los ciudadanos. 

viernes, 21 de agosto de 2020

Vieira de Mello y Bachelet: cara y cruz de lo que debe ser un funcionario de la ONU



19 de agosto de 2020. 

En días recientes pude ver en Netflix la película “Sergio”, que muestra los últimos años de vida del diplomático brasileño Sergio Vieira de Mello quien estuvo 34 años al servicio de la Organización de Naciones Unidas (ONU). Hoy 19 de agosto, se cumplen diecisiete años de su muerte en Bagdad junto a otros 20 miembros del personal de la ONU tras el alevoso atentado terrorista perpetrado por Al Qaeda cuando representaba a la organización como Alto Comisionado para los Derechos Humanos y Representante Especial para Irak. 

Vieira de Mello se incorporó a la ONU en 1969, en la oficina del Alto Comisionado para los Refugiados (ACNUR) en Ginebra, cumpliendo misiones para esa agencia en Bangladés, Chipre, Mozambique y Perú, hasta que fue enviado a Líbano entre 1981 y 1983. En los años finales del siglo pasado fue designado para cumplir misiones de limpieza de minas que habían dejado los conflictos de Camboya y posteriormente de Yugoslavia. Dando continuidad a su profusa labor humanitaria, participó como enviado de la ONU en el manejo de la crisis de los refugiados en África central como asistente del alto comisionado para los refugiados en 1996. Este extraordinario curriculum en favor de la defensa de los derechos humanos y la búsqueda de la paz y la reconciliación entre países y pueblos en conflicto, lo llevó a ser designado vicesecretario general de Naciones Unidas. 

martes, 18 de agosto de 2020

Buenas noticias




11 de agosto de 2020

En Venezuela desde 2014 y en América Latina un año después se desató una furia conservadora, neoliberal y reaccionaria que obligó a la resistencia en las trincheras conquistadas, para defendernos, esperar una mejor situación y volver a la ofensiva. En el arte militar la defensa no es menos importante que la ofensiva, es solo otra forma que toman las acciones combativas. En el arte de la política no es diferente. 

En estas condiciones, casi que nos acostumbramos a las malas noticias. En el afán de sobrevivir bajo aquella idea de que “soldado vivo sirve para la próxima batalla” en estos últimos años nos hemos preocupado de resolver las contingencias que se nos van presentando, sobre todo motivadas en la permanente y cada vez más asfixiante agresión imperial, en especial contra Venezuela y Cuba. Los cubanos ya tienen una experiencia de 60 años, nosotros en Venezuela estamos aprendiendo. 

Pero este año y en días recientes, hemos comenzado a tener buenas noticias que soplan como aire fresco en medio del agobiante calor de la presión imperialista. Estos hechos que pueden ser intrascendentes si se miran en una perspectiva aislada, podrían estar señalando un nuevo rumbo, una tendencia de signo distinto en el desarrollo de luchas populares de la región, si se observan en su conjunto. 

Veamos: 

1. La elección de Mohammed Irfaan Alí del Partido Progresista del Pueblo (PPP) como nuevo presidente de Guyana, derrotando a la impronta neoliberal y a la ciega subordinación imperial de su antecesor. 

2. El retiro por parte del Supremo Tribunal Federal de Brasil de la denuncia de la acción judicial contra el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva. 

3. El rechazo de Interpol de difundir una alerta roja contra el ex presidente Rafael Correa tal como lo había solicitado el gobierno de Ecuador. 

4. La decisión de un juez del Tribunal Contencioso Electoral de Ecuador que dejó sin efecto las medidas cautelares de suspensión que pesaban en contra del movimiento Fuerza Compromiso Social, que agrupa a los partidarios del ex presidente Correa. 

5. El acuerdo del gobierno argentino con los bonistas de Wall Street que permite reestructurar la deuda de ese país y proporcionarle un significativo alivio dándole mayor margen de maniobra al gobierno progresista de Alberto Fernández. 

6. El aumento en el mes de julio de la aprobación popular –contra todo pronóstico- al gobierno de Andrés Manuel López Obrador en México a pesar de la virulenta campaña en su contra de la derecha neoliberal y el gran empresariado nacional. 

7. La detención de Álvaro Uribe Vélez por los delitos de soborno y fraude procesal. 

8. La rebelión del pueblo mapuche contra la agresión del gobierno chileno que ha llegado incluso al desesperado intento de controlar el país nombrando a un nazi como ministro del interior después de haber perdido la votación en el Congreso para aprobar la reforma constitucional que permite el retiro de 10% de los fondos depositados por los trabajadores en el sistema de pensiones privado. 

Como dije antes, son asuntos aislados, pero vistos en conjunto, podrían estar señalando un nuevo camino para América Latina y el Caribe.

miércoles, 12 de agosto de 2020

¿Hacía una nueva guerra fría? II



12 de agosto de 2020 

A mi hermano y amigo nicaragüense Paulino Castellón en su 75° aniversario 

Dando continuidad al estudio iniciado la semana pasada en el que tratábamos de dilucidar si se ha iniciado o no una nueva guerra fría, corresponde ahora aportar otros elementos de análisis que ayuden a obtener respuestas. 

En este sentido, podríamos preguntarnos qué ha hecho China que explique la furia de Estados Unidos con la consecuente adopción de medidas que son expresión de una franca confrontación. Fundamentalmente se debe a que China ha creado un modelo propio de desarrollo que se podría considerar híbrido, toda vez que, sobre la base de la aceptación de que se vive una etapa de transición hacia el socialismo en el que la economía global sigue teniendo un sustento capitalista, se debe construir una superestructura económica que sea lo suficientemente poderosa para enfrentar con éxito las embestidas imperiales, el desarrollo y el mejoramiento de las condiciones de vida de los ciudadanos. 

viernes, 7 de agosto de 2020

¿Hacía una nueva guerra fría? I


5 de agosto de 2020

En días pasados prometí reflexionar sobre el tema del inicio de una nueva guerra fría. Cada vez mayor cantidad de analistas comentan acerca de su renacimiento esta vez entre Estados Unidos y China. Las mayores divergencias están asociadas a si dicha fase de las relaciones internacionales ya comenzó o está en proceso de gestación. 

Tomando en consideración que el anterior conflicto de estas características desarrollado en prácticamente toda la segunda mitad del siglo pasado forjó una estructura bipolar de las relaciones internacionales, que a su vez signó el comportamiento de los actores en el escenario global, cabe analizar si estamos o no en una etapa similar, también, vale preguntarse si es esta una nueva versión de guerra fría o copiará las características de la anterior. 

Al definir el momento en términos estratégicos es de perogrullo afirmar que vivimos una etapa de declive de Estados Unidos y ascenso de China en su calidad de potencias mundiales. Este proceso que se venía desarrollando -al menos- desde comienzos de este siglo, sufrió una aceleración a causa de la pandemia de Covid19.