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viernes, 13 de diciembre de 2024

Siria, muchas preguntas y pocas respuestas.


Debo confesar que en mis 44 años vinculado a las relaciones internacionales, nunca me había topado con un problema tan complejo de estudiar y comprender como el que se vincula a los hechos recientes en Siria. He consultado a mis fuentes habituales en la región y nunca antes había recibido opiniones tan distintas y hasta contradictorias entre personas que en lo general suelen coincidir en el análisis.

Me maravilla observar colegas que el mismo domingo 8 de diciembre, día del desenlace de los acontecimientos ya tenían opiniones acabadas sobre lo que había ocurrido, lo que estaba ocurriendo y lo que ocurrirá en el futuro. Imagino que poseen fuentes de información y capacidad de comprensión que, -debo decirlo- yo no tengo.

Tal vez me he impregnado tanto de la filosofía china que he comenzado a cultivar el don de la paciencia y la cautela. Siempre recuerdo que durante una entrevista el siglo pasado, le consultaron al dirigente chino Zhou Enlai su opinión sobre la revolución francesa y dijo que era un hecho muy reciente para saberlo. Aunque después se conoció que en realidad se estaba refriendo a los sucesos del “mayo francés” de 1968, la respuesta estableció la mesura con que se deben analizar los hechos históricos.

En particular, en un acontecimiento como este en el que participan tantos y tan disimiles actores, que tienen tan variados intereses, que a su vez han generado multiplicidad de variables, tener una idea conclusiva sobre el pretérito, el presente y el porvenir que este hecho generará me resulta muy difícil, cuando solo han transcurrido tres días de la consumación de un evento impactante para los escenarios local, regional y global.

Creo que al día de hoy hay muy pocas certezas y mucha incertidumbre. Trataré de exponerlas para que cada quien vaya sacando sus propias conclusiones. La principal certeza es que este es un hecho negativo para Siria, para la región y para el mundo. Si lo acoplamos a las acciones de Israel desde el 7 de octubre del año pasado y la actitud de Occidente al respecto, podemos palpar sin ambages su bancarrota en términos éticos y morales.

viernes, 6 de diciembre de 2024

Ayacucho: “La más gloriosa batalla del Nuevo Mundo”



Cuando el Libertador Simón Bolívar llegó al Perú el 1° de septiembre de 1823 se encontró un escenario muy complicado. Existían fuertes contradicciones entre José de la Riva-Agüero y el Marqués de Torre Tagle. El país tenía dos presidentes, dos gobiernos y dos Congresos. En Colombia, aunque la situación era mejor, también había dificultades que retrasaron la autorización a Bolívar para que pudiera marchar al Perú.

Bolívar lo sintetizó diciendo que: “Los Pizarro y Almagros pelearon; peleó La Serna con Pezuela; peleó Riva Agüero con el Congreso, Torre Tagle con Riva Agüero, y con su patria Torre Tagle; ahora, pues, Olañeta está peleando con La Serna y, por lo mismo, hemos tenido tiempo de rehacernos y de plantarnos en la palestra armados de los pies a la cabeza”.

Cuatro meses después de haber llegado al país, el Libertador logró estabilizar la situación y se propuso comenzar a preparar la campaña que permitiría liberar definitivamente al Perú del dominio español. Pero enfermó gravemente y se tuvo que establecer en Pativilca por dos meses a fin de restablecerse. El tabardillo o enfermedad del desierto lo afectó de tal manera que el diplomático colombiano Joaquín Mosquera que lo visitó en esos días, al ver su estado físico, pensó que el Libertador vivía sus últimas horas.

Al observarlo en tal situación y después que Bolívar le relatara las grandes dificultades que encaraba en el Perú, Mosquera le preguntó qué iba a hacer. Mirándolo fijamente y con brillo en sus ojos casi apagados, el Libertador sin dudar, le respondió: ¡Vencer!

En esos primeros meses del año 1824, mientras restablecía su salud se dedicó a ganar tiempo, negociar con las fuerzas en pugna y esperar que Colombia le enviara los tan ansiados refuerzos. Al mismo tiempo, diseñaba la estrategia para derrotar a los españoles. En carta a Tomás de Heres el 9 de enero le dice que: “…a los enemigos no se le engaña sino lisonjeándolos”.

El 10 de febrero, ante la crítica situación del país y cuando parecía no haber otras opciones, el Congreso del Perú le concede poderes dictatoriales, a fin de que Bolívar -con absoluta libertad- tomara las decisiones que considerara correctas para la conducción del Estado y adoptara las medidas necesarias que condujeran a resolver exitosamente la confrontación con el ejército español.

A fines de ese mes, comienza a impartir órdenes a sus generales. Su plan consistía en “limpiar” al país del ejército, dejando solo a las fuerzas guerrilleras sobre el terreno; establece tres regiones: una, la más grande, era la que debía ser “limpiada”; la segunda, al este de Trujillo, donde se proponía obtener los recursos necesarios para la sobrevivencia del ejército y, la tercera, el propio Trujillo, en la que se deberían concentrar los recursos obtenidos.

domingo, 24 de noviembre de 2024

Ponencia en el Simposio Internacional “Descolonización y cooperación en el Sur global” El colonialismo un cáncer que debe ser erradicado en el siglo XXI (II y final)

 

Shanghái, 12 de noviembre de 2024.

Estimados colegas y amigos: Hemos sido convocados a este trascendente evento sobre “Descolonización y cooperación global” en un momento en que el mundo se debate en una crisis que pareciera avizorar una transición hacia un mundo mejor.

Diversas manifestaciones señalan este rumbo que ya no será de hegemonía global occidental. Aquellos discursos triunfalistas provenientes de Estados Unidos y Europa que recorrieron el mundo señalando “el fin de la historia” y una próxima “guerra de civilizaciones” están siendo superados por el devenir de los acontecimientos en diversas latitudes y longitudes del planeta. Ello anuncia el declive del colonialismo como fenómeno consustancial al capitalismo. En el nuevo mundo que amanece ya ningún país podrá someter a otros de la misma manera que en el pasado lo hicieran las potencias europeas primero y Estados Unidos después. El mundo multipolar que está surgiendo solo tendrá viabilidad si la cooperación sustituye a la competencia, la paz a la guerra y la amistad al conflicto.

Tres eventos recientes de incidencia global: la pandemia de COVID19, la Operación Militar de Rusia en Ucrania y el genocidio sionista en Palestina, han producido sustanciales cambios en el planeta. La alianza de China y Rusia, la emergencia de otros centros de poder regional y global, la creación y fortalecimiento de los BRICS y otras instancias multilaterales también regionales y globales, son expresión diáfana de ese mundo que está naciendo. La economía mundial está mutando al tiempo que el eje de la geopolítica global se está trasladando del Atlántico norte hacia el gran espacio euroasiático donde se gesta cada vez más la conducción de la política mundial.

El proyecto estratégico de la Ruta de la Seda manifiesta la posibilidad cierta de construir relaciones económicas desde la perspectiva de ganar-ganar beneficiosa para todas las naciones del planeta. Ni Estados Unidos ni Europa pueden evitarlo ni económica, ni política ni militarmente. Sus últimos esfuerzos se manifiestan en el terreno financiero y en el cultural. Pero son los últimos estertores de una fiera que fenece cuando ya no tiene capacidad para seguir ejerciendo su dominio. La paradoja es que esto los hace más peligrosas: resistirán con todos los instrumentos a su alcance el declive y cese de su economía.

La crisis que vivimos es civilizatoria y sólo puede ser comprendida, en su verdadera magnitud, desde una perspectiva multidimensional. Los países occidentales y del norte global, parecieran no tener capacidad para superar la crisis. Al contrario, todos sus pasos recientes apuntan a involucrarse más en ella y profundizarla. El carácter multidimensional de la crisis viene dado porque se manifiesta en los terrenos de la alimentación, la energía, la ecología y el ambiente y la cultura, pero también en lo político, social, económico, financiero y lo que es peor, en lo ético y moral. No tenemos tiempo ni espacio en esta ocasión para exponer en toda su dimensión como se manifiesta la crisis global en cada una de estas áreas.

martes, 12 de noviembre de 2024

Ponencia en el Simposio Internacional “Descolonización y cooperación en el Sur global” El colonialismo un cáncer que debe ser erradicado en el siglo XXI (I)



Shanghái, 12 de noviembre de 2024.

En su magnífica obra “El imperialismo fase superior del capitalismo” escrita en 1916 y publicada por primera vez al año siguiente, Vladimir I. Lenin delinea ya en los albores del siglo XX, los contornos de la situación colonial que permite ubicarla como característica fundamental de la etapa imperialista de la sociedad capitalista.

En el Capítulo VI denominado “El reparto del mundo entre las grandes potencias” aporta innumerables cifras y “datos generales irrefutables de la estadística burguesa y de las declaraciones de los hombres de ciencia burgueses de todos los países, un cuadro del conjunto de la economía mundial capitalista en sus relaciones internacionales, a comienzos del siglo XX, en vísperas de la primera guerra imperialista mundial”.

Lenin cita al geógrafo alemán A. Supan quien afirmó que “el rasgo característico de este período es, por consiguiente el reparto de África y Polinesia”, sin embargo advierte que “…hay que ampliar la conclusión de Supan y decir que el rasgo característico del período que nos ocupa es el reparto definitivo del planeta”, pero establece claramente a continuación que “…definitivo no en el sentido de que sea posible repartirlo de nuevo –al contrario, nuevos repartos del mundo son posibles e inevitables-, sino en el de que la política colonial de los países capitalistas ha terminado ya la conquista de todas las tierras no ocupadas que había en nuestro planeta. Por vez primera, el mundo se encuentra ya repartido, de modo que lo que en adelante puede efectuarse son únicamente nuevos repartos, es decir, el paso de territorios de un "amo" a otro, y no el paso de un territorio sin amo a un "dueño".

Precisamente, a ese nuevo reparto estamos asistiendo, al paso de territorios de un amo a otro y eso es patente en África, más que en ningún lugar del mundo. El líder africano, Ahmed Sékou Touré en su libro “África en marcha” escrito en 1967, confirmaba cincuenta años después que Lenin que tal situación era aún patente. Decía, cuando ya era el primer presidente de la Guinea independiente que: “Lejos de afirmar que el colonialismo está rebasado, debemos, al contrario, seguir con extrema vigilancia todas sus actividades en sus mutaciones nuevas, descubrir sus menores manifestaciones y combatirlas, a fin de poder destruir a tiempo, todas sus maniobras directas o indirectas”: palabras proféticas que –otra vez- casi sesenta años después cobran plena vigencia. Las potencias coloniales han mutado en sus prácticas imperiales y se expresan a través de nuevas maniobras de todo tipo encaminadas a mantener su control del mundo y el saqueo de sus recursos naturales.

miércoles, 30 de octubre de 2024

La actuación de Brasil en Brics: “Guerra avisada no mata soldados”

 


No había querido emitir opinión sobre la decisión de Brasil y de Lula de vetar el ingreso de Venezuela a BRICS. Me llamó la atención el comunicado de la Cancillería de Venezuela donde exculpa al presidente de Brasil, al canciller e incluso al asesor presidencial Celso Amorim.

Ahora el presidente Maduro ha dado a conocer pormenores del hecho en el que expone que Lula no fue bien informado. Creo que el comunicado de la Cancillería de Venezuela es de altura, expone una posición de Estado, pero con todo respeto no lo comparto.

No sé si la vicepresidenta Delcy Rodríguez lo recuerda pero cuando ella era ministra del despacho y yo director de relaciones internacionales de la presidencia ocurrió un hecho similar bastante dramático. Fue en julio de 2006 cuando se realizó una Cumbre de Mercosur en la que Venezuela se incorporaría a la membresía de esa instancia. Ya los presidentes Néstor Kirchner de Argentina, Lula da Silva de Brasil y Tabaré Vázquez de Uruguay estaban en el país. El Comandante Chávez esperaba que el presidente Nicanor Duarte llegara a Maiquetía para trasladarse al teatro Teresa Carreño donde se verificaría la firma del documento. Ante la premura que emanaba del hecho de que había tres presidentes esperando, el presidente Chávez había ordenado que el mandatario guaraní fuera trasladado a Miraflores en helicóptero tan pronto llegara al aeropuerto a fin de que juntos arribaran al Teresa Carreño.

En ese momento, desde Cancillería nos informaron que un funcionario paraguayo de tercer nivel (algún tiempo después se supo públicamente que trabajaba para una agencia del gobierno de Estados Unidos) se negaba -sin causa conocida- a firmar un documento imprescindible para que finiquitara el proceso. Esta situación amenazaba con hacer fracasar la Cumbre y paralizar el ingreso de Venezuela al organismo subregional.

Para ganar tiempo y posibilitar la solución del inconveniente, el Comandante Chávez cambió su decisión inicial e instruyó que al presidente Duarte lo trasladaran a Miraflores por vía terrestre, lo recibiría y conversaría con él hasta que el impasse fuera resuelto. A su vez, la ministra Delcy ordenó que me trasladara al Teresa Carreño, buscara al funcionario paraguayo y resolviera el problema…y el problema se resolvió. Venezuela entró a Mercosur ese día 4 de julio de 2006. Existe la posibilidad de que un funcionario de tercer nivel tome una decisión de Estado incluso en contra de la opinión de sus jefes, pero una decisión tomada y ejecutada ene se nivel, es débil y se puede revertir si se actúa con celeridad y se toman las medidas adecuadas.

martes, 22 de octubre de 2024

Serie de presentaciones del libro "China, un gigante en movimiento" los días 21, 22 y 23 de octubre de 2024 en la República Argentina


— “Antecedentes históricos de la China del siglo XXI”

Esta investigación se propone el reto de desarrollar una propuesta novedosa que se plantea considerar los puntos de vista que se esbozan a partir de una visión en la que predominan estudiosos y pensadores chinos, insertos en centros de investigación y universidades, así como de publicaciones elaboradas por institutos de investigación oficiales e instituciones gubernamentales de ese país, respecto de lo que ha sido su historia.

Para conocer China, hay que comenzar indagando en su historia. Solo así podrá encararse cualquier estudio serio sobre el país y su civilización.

— “Fundamentos filosóficos del Estado y la sociedad china”

... Toda gran civilización tiene múltiples raíces civilizatorias. También la china evidencia esa diversidad a través de, por ejemplo, la influencia de la India y el budismo, o el protagonismo del marxismo occidental, europeo, expresado especialmente en la identidad tan alemana del Rhin de Karl Marx y Friederich Engels. Incluso Europa y específicamente Grecia tienen raíces asiáticas y africanas.

El marxismo latinoamericano —por el que Eduardo Galeano dijo de Vivian Trías que nacionalizó y latinoamericanizó al marxismo- pero también la teología de la liberación que contribuyó a darle una voz latinoamericana al cristianismo, la filosofía de la liberación latinoamericana, la teoría decolonial y la filosofía intercultural latinoamericana son todas expresiones de los esfuerzos de descolonización cultural y a la vez constituyen ventanas hacia las filosofías de esas otras civilizaciones, incluida la china.

En ese orden está pendiente una investigación sistemática del intercambio cultural entre Asia y América antes de la conquista y colonización europea, así como del flujo de ideas que debió acompañar los viajes de la Nao de la China o Galeón de Manila...

(Fragmentos del prólogo de Luis Vignolo).


📢 Lunes 21 de octubre 18:30 hs
Sede CTA-A Regional La Plata.



📢 Martes 22 de octubre 19:00 hs
Ctro Cultural El Pulqui, Av. Entre Ríos 484, CABA









📢 Miércoles 23 de octubre 19:00 hs
Librería González Tuñón. Sede Partido Comunista, Comité Central
Av. Entre Ríos 1039, CABA




viernes, 11 de octubre de 2024

12 de octubre: “Genocidas y esclavistas o héroes y santos”

 


La publicitada conmoción nacional ocurrida en España a raíz del hecho de que la presidenta de México, Claudia Sheinbaum no invitara al rey Borbón a su toma de posesión conduce a preguntarse si -como dice un cartel ampliamente divulgado en estos días en las calles españoles- los conquistadores fueron “genocidas y esclavistas” o “héroes y santos”. Esta interrogante obliga a estudiar y conocer las causas y consecuencias del colonialismo y sacar conclusiones respecto de un país que celebra como fiesta nacional la fecha de inicio de un genocidio.

Vale la pena saber que solo en el primer siglo de la colonización, los españoles produjeron la muerte de 56 millones de habitantes en el Abya Yala que es el nombre que los pueblos originarios usan para referirse al territorio de Nuestra América. También es importante conocer que en ese mismo período la monarquía borbónica se robó hasta 9.550 toneladas de oro y plata de la región con la cual financiaron la opulencia propia y la de las otras casas reales de Europa.

Cuando el 25 de marzo de 2019 el presidente Andrés Manuel López Obrador le escribió al rey Felipe VI de España y al papa Francisco para solicitarles que pidieran perdón a los pueblos originarios de México por los abusos cometidos durante la conquista del país, hace 500 años, se estaba refiriendo a eso. El entonces presidente mexicano les requería “que se hiciera un relato de agravios y se pidiera perdón a los pueblos originarios por las violaciones a lo que ahora se conoce como derechos humanos", Agregó que: "Hubo matanzas, imposiciones. La llamada conquista se hizo con la espada y con la cruz".

Habida cuenta de las cifras antes mencionadas, no habría que escandalizarse por la solicitud, ni tampoco considerarlo una afrenta nacional (aunque España no es una nación, sino una suma de ellas, bajo dominio de los castellanos). La propia familia Borbón no tiene su origen en la España actual sino que proviene de Francia y fue impuesta en la península a través de matrimonios arreglados para conquistar y sostener el poder.

miércoles, 9 de octubre de 2024

La historia, poderosa fuerza que nos permite resistir

  

”No haremos el futuro grande que estamos buscando,
si no conocemos el pasado grande que tuvimos.”
Comandante Hugo Chávez
15 de enero de 2006


Hace unas semanas escuché una rueda de prensa y una entrevista a Jorge Rodríguez. En ambos hechos noticiosos, el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela explicó los acontecimientos vividos en el país tras la huida del ex candidato de la derecha terrorista en las elecciones presidenciales, Edmundo González Urrutia. En relación a ello y en particular en lo referido a la actuación del Estado español, me di a la reflexión para recordar que a lo largo de la historia, la familia Borbón y sus subordinados han utilizado un patrón de conducta similar recurriendo a la mentira y la instrumentalización de la información para defender sus oscuros intereses.

Por su parte, el gobierno de Venezuela, recogiendo el testigo de las enseñanzas de nuestra historia y en primer lugar de las lecciones que legara el Libertador y Padre de la Patria en el manejo de los altos intereses del Estado ha asumido – desde 1999- la responsabilidad de rescatar los valores y los principios que configuran nuestra nacionalidad. Para ello ha sido imperativo entender la historia como continuidad, no como quiebre.

A comienzos del año 1818, estando en Angostura, entre sus múltiples tareas y responsabilidades, Bolívar se preocupaba de revelar las maniobras que realizaban los españoles para desinformar sobre el curso de la guerra, minimizando los éxitos de los patriotas venezolanos. Con ese objetivo, en un bando publicado en Angostura por el Gobernador Civil de Guayana Juan Vicente Cardoso el 6 de febrero de 1818, se hizo constar que el enemigo estaba haciendo esfuerzos por destruir el sistema político de la República y que para ello se valía de todos los medios a su alcance.

En consideración a esta situación, se le comunicó a la población que debía informar al gobierno aquellas noticias falsas que se propagaban sobre “sucesos favorables a las armas enemigas”, así mismo se debía dar cuenta de documentos de autores conocidos o anónimos que perseguían el mismo objetivo además de denunciar espías que circularan en la provincia, entendiendo que quienes contravinieran estas medidas, serían tratados como adversos a la república.

En el mismo sentido, el Libertador envió una misiva a los gobernadores y capitanes generales de las Antillas el 1° de septiembre de 1818 con el fin de refutar las falsas informaciones que transmitían los realistas. En particular, le escribió una misiva al capitán general de Barbados a fin de desmentir un informe que el general español Pablo Morillo le había dirigido al funcionario británico en el que notificaba de supuestas victorias de sus fuerzas.

lunes, 30 de septiembre de 2024

Reflexiones en torno al genocidio


                                                                                                                 “No es verdad la muerte

cuando se ha cumplido bien la obra de la vida”

José Martí

 

Hiere si quieres herir

que el golpe aguardo sereno

pues yo en cambio te condeno

al tormento de vivir

¿A dónde podrás huir

que no te alcance el castigo?

Buscarás en vano abrigo

otros montes, otras playas

y a donde quiera que vayas

irá tu crimen contigo

 

Epígrafe

Jesús Orta Ruiz

El Indio Naborí

 


Mataron a José Martí y la lucha del pueblo cubano no se detuvo, mataron al general Augusto C. Sandino y años después al comandante Carlos Fonseca y la lucha del pueblo nicaragüense no se detuvo, mataron a Yasser Arafat y la lucha del pueblo palestino no se detuvo, no está demostrado, pero existe la hipótesis de que mataron al comandante Hugo Chávez y la lucha del pueblo venezolano no se detuvo. ¿Creen que por haber matado a Hasán Nasralá la lucha de la resistencia anti sionista en el Asia Occidental se va a detener? Suponer eso es subestimar a los pueblos, creer que la lucha depende de una personalidad o incluso de un dirigente. Claro que la pérdida de un líder es dura y dolorosa, pero jamás la historia de la lucha por la independencia y la libertad se ha detenido por eso.

Está demostrado que Israel es un engendro imperialista y que el sionismo se sostiene por el aval que Estados Unidos y Europa le dan para cometer sus crímenes. Pero también es cierto que el mayor triunfo del imperialismo y el sionismo –y en eso radica la causa fundamental de su éxito- es haber logrado mantener dividido al mundo islámico y musulmán, impidiendo la unidad necesaria para combatir al enemigo sionista. Hasta el 7 de octubre del año pasado, algunos países árabes incluso habían firmado los acuerdos de Abraham e iniciado la “normalización” de las relaciones con Israel. Antes, en 1978 se firmaron los acuerdos de Camp David y en 1993 los de Oslo. Más recientemente, al desatar la mal llamada “primavera árabe”, al golpear al eje de la resistencia a fin de destruirlo, el imperialismo y el sionismo apuntaban a la desunión.

Son más de 45 años de esfuerzo de Estados Unidos por buscar acuerdos parciales que paralicen la lucha del pueblo palestino y de los países que resisten. Nunca un pueblo firme y tenaz y sus líderes, han firmado acuerdo alguno con la entidad sionista. Hoy, una vez más queda claro que la identidad religiosa y la nacional tienen un carácter subordinado cuando de defender los intereses de clase se trata. Por eso, algunos países y líderes árabes y musulmanes se quedan en la retórica de “volver a Al Quds” y “rechazar” las matanzas sionistas, mientras en realidad buscan aliarse -y hasta hacer negocios con ellos- a través de Estados que buscan unificarlos para detener el impulso liberador de la resistencia.

300 millones de árabes y 1500 millones de musulmanes no han sido capaces de unirse para enfrentar al sionismo que en Israel configuran una población de 6.9 millones de judíos (y no todos son sionistas). La división, los intereses de monarquías medievales corruptas y su deseo de subordinarse y servir a Estados Unidos y a Occidente permiten esta situación en la que Israel puede actuar a sus anchas violentando el derecho internacional y la Carta de la ONU. Llegará el día en que los pueblos de la región le reclamen a sus élites los titubeos y las dudas al enfrentar al sionismo. Y cuando ese día llegue, todo cambiará.

miércoles, 25 de septiembre de 2024

La izquierda en América Latina. Tendencias y perspectivas (II y final)

 


Durante los primeros 15 años de este siglo, América Latina y el Caribe fue testigo de una serie de procesos democráticos y populares que colocaron a las diferentes versiones de la izquierda en el centro de los acontecimientos. Sin embargo, el protagonismo de Cuba y Venezuela y la influencia avasalladora que le insuflaban los comandantes Fidel Castro y Hugo Chávez generaron un momento único en la historia de la región. Por primera vez, el papel fundamental en los hechos, lo jugaba la izquierda.

Como siempre, en la victoria las malas costuras quedan ocultas, pero en la derrota todas se ponen a la vista. El reflujo iniciado en 2015 produjo profundo impacto en la izquierda. Esta vez, el esfuerzo mediático imperial sustentado en su poderoso aparato informativo-cultural y mediático, se transformó en un instrumento principal para acentuar el retroceso, estimulando las percepciones negativas en torno a que en esta ocasión la regresión era definitiva y total. Era, en el fondo, una suerte de “fin de la historia latinoamericana”, la debilidad y la tibieza de algunos emergió, estimulando la derrota por un lado y posiciones acomodaticias e intermedias que postulaban que “si, pero no”, por el otro.

El Foro de Sao Paulo (FSP) convocado por Fidel y Lula en 1990 para hacer frente al retroceso y crisis de las izquierdas producto del derrumbe del socialismo real y del proclamado fin de la historia de Fukuyama) es hasta hoy la principal y mayor instancia de articulación de partidos y movimientos de izquierda, socialistas, comunistas, revolucionarios y populares de Latinoamérica y el Caribe. El FSP es un espacio de acoplamiento, que a pesar de tener no pocas contradicciones y debilidades, ha seguido expresando una dimensión antiimperialista, anticolonialista e internacionalista y una constante solidaridad con la Venezuela Bolivariana, la revolución cubana, la Nicaragua sandinista y con los países integrantes del ALBA-TCP frente a las sanciones y la agresión imperialista, procurando impulsar con los movimientos populares la movilización social a fin de generar alternativas al capitalismo salvaje y al neoliberalismo.

En Estados Unidos, de la mano del sector “imperialista de izquierda” incrustado en el partido demócrata y en algunos políticos e intelectuales europeos surgió la “Internacional Progresista”, instrumento que reúne individualidades y algunas organizaciones mediatizadoras de las luchas antimperialistas y antineoliberales.

viernes, 20 de septiembre de 2024

La izquierda en América Latina. Tendencias y perspectivas (I)

 



Hacer una valoración sobre el papel de las fuerzas de izquierda en la América Latina después de las elecciones en Venezuela, entraña un verdadero reto que obliga a realizar una revisión conceptual del término “izquierda” toda vez que, desde mi perspectiva, es una definición caduca y descontextualizada que no refleja la realidad actual por lo cual conduce a errores que no permiten llegar a conclusiones acertadas.

Debe recordarse que el moderno término “izquierda” proviene de la revolución francesa cuando se relacionó con opciones políticas que propugnaban un cambio político y social, mientras que el término "derecha" quedó asociado a las que se oponían a dichos cambios. El lugar donde se sentaban los diputados que apoyaban o no, leyes a favor o en contra de la monarquía en las sesiones de la Asamblea Nacional de Francia en tiempos de la revolución de 1789, marcaron para el futuro una concepción que respondía a las condiciones del debate que se producía en esa época revolucionaria, pero que no tienen vigencia alguna en el mundo de hoy cuando tras 230 años se han producido profundas transformaciones económicas, políticas y sociales en el planeta que han significado mutaciones en el devenir de la acción y el pensamiento político.

En este ámbito, se debe considerar que el basamento fundamental sobre el que se sustentaba el pensamiento revolucionario de aquella época eran las ideas republicanas y la democracia por oposición a la monarquía y el absolutismo. La burguesía naciente encarnaba las ideas de progreso, libertad, igualdad y fraternidad, algunas de las cuales también están caducas, no porque hayan perdido validez, sino que, por haberlas despojado de su contenido transformador, resultan vacuas y excluyentes.

jueves, 12 de septiembre de 2024

BRICS. Hacia la Cumbre de Kazán, perspectivas y procesos

 


La próxima cumbre de los BRICS a realizarse en Kazán, Rusia, durante el venidero mes de octubre, ha despertado gran interés en la opinión pública, sobre todo cuando la misma tendrá lugar solo unos días antes de las elecciones presidenciales en Estados Unidos.

Es incuestionable que este evento marcará parte importante de la agenda internacional de los próximos tiempos, pero me parece que hay que ser cauto respecto de lo que la Cumbre en sí, pueda definir y decidir. No obstante, sin poner en duda que el grupo BRICS es expresión del nuevo mundo que nace y que en torno a él pareciera estarse estructurando un sistema internacional alternativo más justo y democrático, no hay que ”echar las campanas a volar” ni generar expectativas injustificadas respecto a lo que se pueda decidir en Kazán.

Hasta hace pocas semanas no había un consenso claro respecto al camino a seguir en cuanto al crecimiento del grupo. Aún hoy no existen definiciones en relación a los requisitos que deben tener los países que aspiran a ingresar, tampoco existe una carta fundacional, un reglamento o estatuto de funcionamiento. El BRICS no tiene sede ni secretaría general, tampoco una estructura definida.

Puede haber alguien que opine que eso es positivo. Mi punto de vista es que no lo es. Hasta ahora, lo único que se sabe es que hacen cumbres anuales y que no tienen un “consejo de seguridad” con miembros con derecho a veto.

martes, 3 de septiembre de 2024

Conversando con mi hijo en medio del apagón




Durante el apagón de más de 9 horas en la zona de Caracas donde vivo que fuerzas terroristas provocaron el pasado viernes 30 en casi toda Venezuela y cuando en mi casa no había luz, agua ni internet, mi hijo de 8 años me preguntó ¿qué estaba pasando? y ¿cómo era posible que ello ocurriera? 

Sabiendo de su inteligencia y sagacidad y conociendo que no se iba a conformar con respuestas nimias y superficiales, me di a la tarea de intentar explicarle la situación. Le hablé del significado de las palabras dignidad, honor y orgullo. Le expliqué que él, al igual que el Libertador Simón Bolívar, había nacido en Caracas, en Venezuela y que nuestro comportamiento entrañaba un compromiso con su memoria.

Le dije que lamentablemente en el mundo, había hombres y mujeres malos que eran felices haciéndole daño a los demás. Le conté que en Estados Unido hacían cosas muy bonitas para el disfrute de los niños como los maravillosos parques de diversiones que existen en la Florida, pero que al mismo tiempo, el gobierno de ese país estaba enviando dinero y armas para que un gobierno también de gente mala, matara a los niños en Palestina y le dije que en menos de un año habían sido asesinados por los gobiernos de Israel y Estados Unidos casi 30 mil niños. Le explique que eso era como si mataran a todos los niños de 30 escuelas iguales a la de él. Le indique que los líderes estadounidenses odian a los niños del mundo y que el pueblo humilde y los niños de estados Unidos eran las primeras víctimas de su gobierno. Le expuse que en ese país para convertirse en líder había que ser millonario y que su principal negocio era la guerra y la venta de armamento. 

Por eso, mandan a matar a través de secuaces y cómplices como Zelensky, Machado, Pinochet, Somoza y Netanyahu. Por eso también, nos cortan la luz , el agua y el internet, porque su felicidad se sustenta en el odio a la humanidad y por supuesto a los niños que como él, no pueden jugar, ver televisión o ver sus programas favoritos. Por eso, nosotros debemos hacer todo lo contrario, amar y ayudar a los demás sin importar lo que sean o lo que piensen.

Chile: de un Gabriel a otro Gabriel, la traición como política


En 1946, el Congreso de Chile eligió a Gabriel González Videla como presidente de la república. Su victoria contó con el apoyo de una alianza formada por radicales, comunistas y demócratas, tras obtener el mayor número de votos en las elecciones del 4 de septiembre.

Durante su primer año de gobierno, González Videla incluyó a los comunistas en su administración, concediéndoles tres puestos en el gabinete, pero en abril de 1947, los ministros comunistas decidieron abandonar el gobierno tras diferencias irreconciliables con el mandatario. Pronto, el distanciamiento se transformó en ruptura y pocas semanas después en una insaciable persecución ordenada desde Washington en momentos en que se iniciaba la guerra fría que daba por finalizada la política del “Buen Vecino” como instrumento para enfrentar la guerra. Se dio paso a la doctrina de la “autodefensa colectiva” que devino en la creación del Tratado de Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) en 1947 y la Organización de Estados Americanos (OEA) en 1948. Así, el control de Washington sobre América Latina y el Caribe adquirió carácter jurídico con el beneplácito de las oligarquías locales. Los comunistas ya no eran necesarios. Hitler y el fascismo habían sido derrotados y ahora el enemigo era la Unión Soviética.

Al sentirse apoyado por la mayor potencia mundial, González Videla hizo aprobar la “Ley de Defensa de la Democracia”, instrumento jurídico que lo autorizaba a reprimir a los comunistas. La también llamada “Ley Maldita” prohibió al partido comunista de Chile (PC) y fue utilizada para la represión contra el movimiento popular en particular el de los trabajadores. En el plano internacional, González Videla, que en la historia de Chile es conocido como “el traidor”, rompió relaciones con la Unión Soviética y el campo socialista, cosa que ni Estados Unidos hizo.

En el marco de esta política, se abrieron en el país -sobre todo en el norte- campos de concentración donde se recluían a los comunistas y a otros líderes políticos y sociales en las difíciles condiciones del desierto chileno. En uno de ellos, Pisagua, realizó sus primeras acciones como oficial del ejército, el joven teniente Augusto Pinochet Ugarte.

domingo, 11 de agosto de 2024

Algunos elementos de análisis de las elecciones en Estados Unidos.

 


Las próximas elecciones en Estados Unidos deben ser vistas en el marco de algunos hechos que señalan cambios importantes en la dinámica política y que de no ser considerados, podrían generar confusión en el análisis, toda vez que se está produciendo un solapamiento de ideas o corrientes de pensamiento. Este escenario obliga a entender a Estados Unidos -de forma cada vez más necesaria- como un actor heterogéneo en el que coexisten diversas fuerzas contradictorias que defienden intereses diversos.

Esto se manifiesta, por ejemplo, en asuntos como libertad de expresión y funcionamiento de los medios de comunicación y prensa en el que se están produciendo cambios muy profundos que tienen enorme influencia en las elecciones. Así mismo, influye en los debates sobre el comportamiento de los medios de comunicación que son asumidos hoy por los demócratas liberales como si fuera un precepto inamovible de su propuesta. Por ello, los medios dan espacio a demócratas en contra y a favor de la guerra tras una supuesta libertad de expresión que en realidad oculta que los medios han perdido su condición de “entes autónomos” de cualquier control desde el momento que respaldan posiciones políticas en una u otra dirección.

En esa medida todo el mundo en estados Unidos sabe que The New York Times favorece a los demócratas y el Washington Post a los republicanos. Es la versión estadounidense de “libertad de expresión” para encubrir que ambos soportan a facciones distintas del poder.

La asunción por parte de Trump de un discurso contra la guerra en Ucrania produce un desdoblamiento político de la sociedad, difícil de comprender porque las consignas y los mitos han construido la idea de que los demócratas han sido los sostenedores del orden liberal y los republicanos los exponentes del conservadurismo. Y pudiéndose aceptar que en algún momento del pasado eso pudo ser cierto, hoy ya no es así. De cara a las elecciones, esta situación nos obliga a un análisis más profundo de lo que está ocurriendo en Estados Unidos para entender las alianzas que se producen y comprender quien realmente asumirá el poder en el futuro próximo.

jueves, 1 de agosto de 2024

Venezuela: Bitácora de una nueva victoria

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La elección presidencial ha concluido. Fueron largas jornadas de extrema tensión en las que el pueblo venezolano fue sometido a fuertes campañas de presión sicológica acompañada de un enorme apoyo financiero y mediático a la oposición que incluyó una acción de terrorismo digital contra el Consejo Nacional Electoral(CNE) impidiendo dar resultados definitivos en el plazo estipulado y generando nerviosismo en la ciudadanía que los esperaba.

Hoy, a pesar de lo que transmiten los medios transnacionales de la información que muestran un país incendiado con un presidente huyendo y una fuerza armada fracturada, el país vive una calma bastante extendida. La desesperación de la derecha internacional y de la media canalla se manifiesta en el hecho de que tienen que recurrir a imágenes falsas y descontextualizadas ocurridas en otros momentos e incluso en otros países. Personas que alguien podría considerar decentes y que han ocupado altos cargos en sus países, han recurrido a la mentira de forma impúdica y desvergonzada para mostrar una verdad falsa y trucada.

La misma noche del domingo, ya en la madrugada del lunes, el presidente Maduro llamó a construir una amplia alianza política que permita ensanchar la base social de apoyo del chavismo. Igualmente, instó a los empresarios y empresarias del país a articular una alianza entre el sector público y privado, para avanzar hacia un modelo de gestión “revolucionario, socialista y con ética nacionalista”.

No puede ser de otra forma cuando se ha verificado la continuidad en la disminución de la votación histórica del chavismo en las tres elecciones que Maduro ha ganado (2013, 2018 y 2024). Creo que el pueblo le ha dado una nueva oportunidad al presidente, pero esta podría ser la última si no se resuelven problemas básicos que aquejan a la población, sobre todo en los sectores más humildes. En su nuevo período, el presidente tendrá que combatir la ineficiencia administrativa y la corrupción y, solucionar tres problemas que mantienen un clima de molestia en la ciudadanía: los bajos salarios, la carencia de servicios públicos (luz, agua, gas, teléfonos y salud entre los más problemáticos) en algunas regiones del país y las insuficiencias en el abastecimiento con combustible para la población.

jueves, 25 de julio de 2024

Un gringo bueno



Hoy celebramos el 241 aniversario del natalicio del Libertador Simón Bolívar. En homenaje al padre de la patria, el distinguido colega del periódico Ciudad Caracas, Luis Carlucho Martín, extraordinario cronista de hechos poco conocidos de la historia local, escribió bajo el título de “Simón Bolívar murió durante la Segunda Guerra Mundial” publicado en el Diario El Pepazo el pasado 18 de julio, un interesante relato acerca de un general estadounidense que respondía al nombre de Simon Bolivar Buckner Jr. (escrito así, sin acentos) quien participó en la segunda guerra mundial y murió en la invasión de la isla de Okinawa en 1945, siendo -según el autor- el militar estadounidense de mayor rango muerto en batalla. Para aumentar la curiosidad del hecho, vale decir que el padre del general, que también fue militar, igualmente llevaba por nombre Simon Bolivar

Estableciendo con precisión los ideales por los que luchó nuestro Libertador y este general estadounidense homónimo, Martín establece que entre uno y otro “la diferencia es básica. Simón Bolívar el criollo dio su vida por brindar libertad. Los Simón Bolívar norteños, como soldados, se entregaron en luchas por fortalecer su país”, Yo agregaría que sobre todo, por fortalecer al imperialismo estadounidense.

No voy a hacer la historia de este general. Luis Carlucho lo hizo de forma explícita en un artículo muy didáctico y esclarecedor como todos los que publica en diferentes medios de comunicación de nuestro país. El escrito trajo a mi mente un reciente intercambio epistolar con el compañero John Catalinotto, un revolucionario estadounidense a carta cabal que desde la profundidad del imperio, lucha contra él, lo denuncia con sus artículos y publicaciones, mientras abraza con entusiasmo y pasión la causa de los oprimidos.

A raíz de mi artículo sobre la gran farsa mediática construida en Occidente para negar la historia de la segunda guerra mundial, en especial respecto del desembarco de Normandía, John me escribió para decirme: “ Sergio, comprendo tu rabia y pasión por este acontecimiento en Normandía. Cuando leí el NY Times esta mañana, quise escribir un artículo muy similar al tuyo, y esta semana, antes, ya escribí un artículo sobre la OTAN y su tarea de suprimir la lucha obrera y el socialismo en la Europa de posguerra.

Para mí también es personal, porque un buen camarada, que fue el primer editor de The Bond, nuestro periódico para organizar a los soldados contra la guerra de Vietnam, era un paracaidista que había saltado tras las líneas alemanas la noche anterior a la batalla [en Normandía]: nuestro F.O. Richardson, [que] a los 21 años fue un héroe en 1944, pero como comunista en 1968, fue un verdadero héroe, luchando contra el imperialismo estadounidense”.

jueves, 18 de julio de 2024

Presentación del libro "Ayacucho, la más gloriosa victoria del Nuevo Mundo"

Evento realizado en la XX a. Feria Internacional del libro de Venezuela - FILVEN 2024


Caracas, julio 17 de 2024.
Editorial: Monte Ávila
Páginas:244



 


 



Presentación
Sergio Guerra Vilaboy

El 9 de diciembre de 1824, hace ahora 200 años, el general Antonio José de Sucre, a las órdenes de Simón Bolívar, obtuvo el memorable triunfo de Ayacucho sobre las fuerzas militares del Virrey del Perú José de la Serna. Este suceso trascendental de la historia latinoamericana, que marcó el fin del colonialismo español en la masa continental, es el tema del nuevo libro del internacionalista venezolano Sergio Rodríguez Gelfenstein titulado con una frase del propio Libertador: Ayacucho, la más gloriosa victoria del Nuevo Mundo.

La obra que presentamos llega en un momento muy oportuno, en medio de las conmemoraciones del bicentenario de aquella colosal contienda que selló en forma irreversible el ciclo de la liberación abierto por la revolución haitiana. Resultado de una rigurosa investigación histórica y con sólida factura analítica, el libro, desgranado a lo largo de casi ciento sesennta páginas, no se limita a evaluar la trascendencia de aquella batalla, sino también redescubre la trama de toda esta legendaria etapa conclusiva del proceso emancipador de Nuestra América.

Sergio Rodríguez Gelfenstein posee una sólida formación académica y una larga experiencia profesional como investigador, docente, consultor y analista, que junto a su talento como escritor le ha permitido construir este texto con mucha calidad y frescura. Licenciado en Estudios Internacionales, magister en Relaciones Internacionales y doctor en Estudios Políticos, cuenta en su hoja de vida con diversas distinciones y condecoraciones, entre ellas el Premio Nacional de Periodismo 2016 de Venezuela. Ha sido asesor para la elaboración de la Agenda Estratégica de Política Exterior del Ecuador 2009-2010, coordinador de Relaciones Internacionales del Gobierno de Chiapas (México), director de Relaciones Internacionales de la Presidencia de Venezuela, asesor de la dirección de Telesur, embajador de Venezuela en Nicaragua y recientemente docente Invitado del Centro de Estudios Globales y de la Escuela de Posgrado de la Universidad de Shanghái (China).

Tiene en su haber una veintena de magníficos libros y cientos de esclarecedores ensayos y artículos de opinión, como los que da a conocer por diferentes medios digitales todas las semanas, con sus fundamentadas opiniones sobre temas de palpitante actualidad. Las celebraciones por el bicentenario de la emancipación de América Latina lo han llevado desde hace algún tiempo a incursionar en el campo historiográfico, también con gran éxito, como lo prueban sus últimas obras impresas: La controversia entre Bolívar e Irvine. El nacimiento de Venezuela como actor internacional (2018); Un monumento entre las naciones más cultas. Los tratados de Trujillo y el encuentro entre Bolívar y Morillo en Santa Ana (2020); Manuel Rodríguez en tres tiempos (2020), de la que fue compilador, y La marcha majestuosa. El encuentro entre Bolívar y San Martín en Guayaquil (2022).

Para suerte de sus lectores, tampoco ahora ha dejado pasar la oportunidad de entregarnos sus meditadas reflexiones históricas, militares y políticas, que nos permiten comprender en su justa dimensión el contexto, desarrollo y significado de la batalla de Ayacucho. Escrito para ser leído con facilidad, solo incluye las citas indispensables para entender la historia, acompañadas de mínimas referencias bibliográficas, inevitables desde la perspectiva académica, que se complementan con un exhaustivo listado bibliográfico general.

Vertebrada en trece capítulos, los tres primeros están dedicados a valorar la situación internacional a principios de la década del veinte del siglo XIX, donde nos revela tanto la compleja correlación de fuerzas entre las potencias de la época y sus contradicciones, como el propio panorama continental y las primeras acciones diplomáticas de Colombia. En ese terreno, el autor hace gala de su dominio de la política internacional al explicarnos la compleja situación de aquel momento histórico, con especial énfasis en la estrategia liberacionista de Bolívar y su meditada política de alianzas, enfocada en culminar la emancipación y evitar la posibilidad de que España pudiera organizar una expedición de reconquista con el apoyo de la Santa Alianza. No en balde el Libertador escribió que creía imperdonable “dejar una puerta abierta tan grande como la del Sur, cuando podemos cerrarla antes que lleguen los enemigos por el Norte”.[1]

El capítulo IV está consagrado a explicar el anárquico escenario peruano que encontró Bolívar tras su desembarco el 1° de septiembre de 1823, precedido por las avanzadas comandadas por Sucre. Como muy bien se explica en la obra con profusión de detalles, el Libertador debió enfrentar un clima generalizado de desaliento, provocado por sucesivas derrotas militares de los generales rioplatenses y peruanos, junto al recrudecimiento de las luchas políticas, exacerbadas por las rivalidades entre José de la Riva Agüero y el marqués de Torre Tagle. Por eso, Bolívar consideró, casi al entrar en Lima, que “este país requiere una reforma radical o más una regeneración absoluta”.[2]

A continuación, en el siguiente capítulo, el autor aborda los preparativos de la ofensiva final bolivariana para sacar al país de ese atolladero, ahondado desde la salida el año anterior del Protector de la Libertad del Perú: José de San Martín. Otra manifestación de la extrema debilidad en que se encontraba la República peruana, recién proclamada tras la “abdicación” –así la calificó José Martí– del general San Martín, fue el amotinamiento de la guarnición rioplatense-chilena de el Callao, el 5 de febrero de 1824 –que exigía su repatriación inmediata–, y que trajo aparejado tres semanas después la recuperación realista de esa estratégica fortaleza y de la propia ciudad de Lima.

Ese fue el momento crítico de toda la campaña militar del Perú, cuando incluso llegó a valorarse la retirada del ejército colombiano. Nombrado dictador de la recién nacida República Peruana por el congreso limeño, en un gesto desesperado antes de disolverse, el Libertador, gravemente enfermo en Pativilca, parecía agonizar junto con la propia causa patriota. Además, los recursos de Colombia no llegaban en la cantidad suficiente, ante la ruina de Venezuela y la resistencia de las élites neogranadinas, que contaban en Bogotá con la complicidad del vicepresidente Francisco de Paula Santander, lo que se explica en la obra con toda claridad.

Para revertir esta tendencia negativa, prosigue el valioso texto que presentamos a los lectores, entre marzo y abril de ese año Bolívar estableció su cuartel general en Trujillo –declarada capital provisional del Perú– y después en Huamachuco. Recuperado de la enfermedad que la había puesto al borde de la muerte, el Libertador, con desbordante optimismo, se consagró a la conversión del Norte peruano en la base del “ejército unido de la América Meridional”,[3] nutrido ex profeso de combatientes de todos los territorios hispanoamericanos, entre ellos más de dos mil soldados negros, antiguos esclavos, procedentes de Colombia.

El sexto capítulo aborda la extraordinaria victoria obtenida por el propio Libertador en las pampas de Junín, el 6 de agosto de 1824, sobre las fuerzas interpuestas por el general español José Canterac. Como resultado de este aplastante triunfo, explica Sergio Rodríguez Gelfenstein en el siguiente apartado, denominado “Preludio de glorias mayores”, que se produjo el obligado repliegue realista hacia el Cusco y la reconcentración de fuerzas enemigas en las impresionantes alturas andinas.

Todos los capítulos que vienen después están dedicados a desmenuzar los sucesos relacionados directamente con Ayacucho. El séptimo está dedicado a la descripción geográfica del escenario de los acontecimientos, mientras el octavo trata sobre la preparación del choque decisivo entre realistas y patriotas. A continuación se adiciona una especie de paréntesis en el epígrafe IX, contentivo de la síntesis biográfica de Antonio José de Sucre, que resalta sus excepcionales cualidades de jefe militar destinado a triunfar en la más famosa batalla de la historia de América. Prosigue el autor con el pormenorizado relato de la aproximación al lugar de los acontecimientos (capítulo IX), para cerrar de forma magistral su descripción y análisis con los prolegómenos, desarrollo y resultados de Ayacucho (capítulos X y XI).

En el penúltimo epígrafe se evalúa la política seguida por Bolívar, al acercarse el fin de la guerra de independencia, en favor de la unidad de las emergentes repúblicas hispanoamericanas. Por ello, dos días antes de Ayacucho, el Libertador envió desde Lima a sus homólogos de la América Meridional las invitaciones al Congreso de Panamá, donde esperaba conseguir la máxima cooperación posible para consolidar las nuevas naciones, impedir la reconquista española y respaldar la liberación de Cuba y Puerto Rico, piezas claves en su proyecto integrador de matriz mirandina. No por casualidad, el ya nombrado Gran Mariscal de Ayacucho, tras su memorable triunfo en el tablero formado por las cumbres y abismos de Ayacucho, en plena sierra de Los Andes, y conseguida la liberación del Alto Perú que fue su consecuencia inmediata, escribió a Bolívar desde La Paz, el 4 de marzo de 1825: “En todo abril se habrá acabado esta fiesta y veremos de qué nos ocupamos por la Patria. Tal vez La Habana es un buen objetivo”.[4]

Ayacucho, la más gloriosa victoria del Nuevo Mundo termina en su capítulo trece con una amplia valoración de las consecuencias y repercusiones de la victoria en esa sensacional batalla ocurrida hace ahora dos siglos, y que Sergio Rodríguez Gelfenstein considera que ante todo significó “el reconocimiento de la independencia del Perú y de toda la América del Sur en términos de derecho internacional”. Sin duda, como brota de las apasionadas páginas de este nuevo libro suyo, este triunfo histórico fue posible no solo por el singular talento militar de Sucre, sino también del rumbo revolucionario que el Libertador impuso a la lucha independentista y su visión estratégica de la liberación de nuestra América como un proceso concatenado.

Eso mismo tenía en mente José Martí cuando en un vibrante discurso dedicado a Simón Bolívar en la velada de la Sociedad Literaria Hispanoamericana, el 28 de octubre de 1893, afirmó: “¡y de esta alma india y mestiza y blanca, hecha una llama sola, se envolvió en ella el héroe, y en la constancia y la intrepidez de ella; en la hermandad de la aspiración común juntó, al calor de la gloria, los compuestos desemejantes; anuló o enfrentó émulos, pasó el páramo y revolvió montes, fue regando de repúblicas la artesa de los Andes, y cuando detuvo la carrera (...) catorce generales españoles, acurrucados en el cerro de Ayacucho, se desceñían la espada de España!”.[5]

[1] Carta a Francisco de Paula Santander del 16 de marzo de 1824, en Obras Completas (s.f.), tomo I, Editorial Piñango, p. 932.
[2] Ibid., p. 804.
[3] Ibid., p. 789.
[4] Carta de Sucre citada por Jorge Alejandro Ovando Sanz (1986). La invasión brasileña a Bolivia en 1825. La Paz: Librería Editorial Juventud, p. 27.
[5] José Martí (1946). Obras Completas, tomo II, La Habana: Editorial Lex, p. 75.