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domingo, 31 de mayo de 2020

Entrevista para Sputnik Mundo: Más que combustible, buques iraníes en Venezuela desafían los bloqueos de EEUU



Caracas, mayo 25 de 2020

La llegada de los buques iraníes con combustible a las costas venezolanas demuestra que hay una alternativa al "mundo de imposiciones" de EEUU, dijo a Sputnik el analista venezolano Sergio Rodríguez Gelfenstein. El experto explicó por qué EEUU debe pensar bien antes de emprender acciones contra la alianza de Venezuela e Irán.

Entrevista completa en:
https://mundo.sputniknews.com/politica/202005251091533849-mas-que-combustible-buques-iranies-en-venezuela-desafian-los-bloqueos-de-eeuu/

jueves, 28 de mayo de 2020

Pistas para analizar el probable mundo de la post pandemia


En varios de mis artículos he dicho que es muy pronto para hacer predicciones respecto de lo que pudiera ocurrir en la post pandemia cuando todavía la primera potencia mundial no ha logrado controlar el virus y en el mayor país de la región se encuentra en plena expansión. 

La capacidad que tengan los gobiernos de ambos países en el sometimiento de la pandemia va a influir en gran medida en la vida del planeta y de nuestro continente. De ahí que me parece aún prematuro esbozar un punto de vista acabado sobre las perspectivas que se vislumbran en el futuro cercano y un poco más allá. 

No obstante eso, varios lectores me han escrito para decirme que intente una suerte de análisis simple de variables que permitan hacer una proyección de la situación creada por el Covid19 y sus consecuencias. 

jueves, 21 de mayo de 2020

El coronavirus y Estados Unidos: las mayores amenazas a la vida en el planeta













El torrentoso caudal informativo de marzo y abril sobre las características, formas de expansión y maneras de enfrentar al coronavirus se ha ido ralentizando relativamente para dar paso ahora a múltiples especulaciones sobre lo que va a ocurrir en la etapa de post pandemia. 

Digo especular porque a ciencia cierta no se sabe cuáles serán las consecuencias y hasta donde llegarán las repercusiones en términos políticos, económicos y sociales de esta situación que ha estremecido los pilares de las sociedades locales y del escenario internacional. 

Pero la especulación sobre el futuro es algo posible de permitirse en términos intelectuales, desde la comodidad que produce “crear” con todas (o la mayor parte) de las necesidades resueltas. La abrumadora suma de la población del sur del planeta no tiene posibilidades de especular sobre el futuro. Para ellos, el futuro ya llegó, tienen que actuar de inmediato para resolver las necesidades vitales. En esa medida, no es posible “especular” sobre la alimentación, la salud, la educación de los hijos y el techo donde dormir. 

sábado, 16 de mayo de 2020

Crónica desesperada de un final anunciado


El diputado fascista venezolano Juan Guaidó ha enviado una señal fuerte y clara. Dirigiéndose al presidente Nicolás Maduro ha dicho que éste busca excusas para "perseguirlo y detenerlo”. El mensaje parece muy lúcido, pero hay que leerlo de otra manera, da la impresión que lo que en realidad quiso decir es: “Presidente Maduro, necesito que me lleve a prisión”. Su gesticulación nerviosa, su retórica confusa e intrascendente y su pálida expresión facial son muestra fehaciente del miedo que está sintiendo, pero no por probables acciones del gobierno, sino que su propia gente ha comenzado a cansarse de las mentiras, del incumplimiento de las promesas de corto plazo que ha hecho y de la auto adjudicación de ingentes recursos financieros robados al pueblo venezolano. Ha hecho todo lo posible para que al igual que Leopoldo López, el gobierno le extienda una mano salvadora de la furia de sus ex correligionarios que ya lo quieren fuera del negocio. 

Desde su sepulcro, Guaidó ha hecho cuentas: sabe que es un cadáver político, necesita martirizarse para recuperar protagonismo y seguir cobrando su cheque en Washington, cuando también desde el norte comienzan a acusar cansancio ante la continuada incapacidad y torpeza del pupilo de Pompeo y Marcos Rubio. 

Los cálculos son sencillos: “…voy a prisión; me martirizo; Estados Unidos pone en funcionamiento su maquinaria pro derechos humanos; Bachelet, Vivanco, Borrell y otros adláteres que han sido puestos en sus cargos por Washington comienzan a ladrar; los países con gobiernos de ultra derecha y social demócratas de Europa y América Latina se pliegan sumisos a la campaña; ante la presión, el gobierno venezolano cede y en pocas semanas salgo exitoso ´al exilio` a disfrutar de las abultadas cuentas bancarias que Estados Unidos se ha encargado de crearme por cumplir la misión que me han dado”. Cree Guaidó que bien valen la pena unas pocas semanas de cárcel, si piensa en el futuro luminoso que va a tener en Miami disfrutando su riqueza. 

jueves, 7 de mayo de 2020

Alerta, más que nunca, alerta: Estados Unidos puede estar preparando algo mayor.




Tras la desaparición de la Unión Soviética y el fin del mundo bipolar, Estados Unidos se quedó sin enemigo, necesitaba crear uno nuevo ahora que el “fin de la historia” había hecho posible que el capitalismo imperara en el mundo hasta la eternidad. 

Pero tal situación provocó un desajuste en la estructuración de los planes hegemónicos imperiales por lo que se dio a la tarea de crear ese nuevo enemigo que le permitiera establecer un nuevo orden mundial a partir de sus intereses. En este contexto, el narcotráfico y los migrantes indocumentados vinieron a ocupar ese sitial como ejes de la reorganización de su poder militar. En América Latina, estos planes tuvieron que ser ajustados cuando el día final del siglo pasado, el último soldado del ejército de ocupación yanqui en Panamá debió abandonar el territorio de ese país en cumplimiento de los acuerdos Torrijos- Carter. 

Aunque desde la misma firma de estos tratados, el Pentágono había comenzado a tomar medidas para reorganizar su contingente bélico en el hemisferio occidental, el proceso provocó no pocas contrariedades para el alto mando castrense estadounidense. El Plan Colombia vino a ser el procedimiento diseñado para reestructurar su presencia militar en la región, a partir ahora de la lógica de una supuesta lucha contra el narcotráfico. 

viernes, 1 de mayo de 2020

Beijing no se quedará de brazos cruzados


Casi al finalizar el año pasado escribí un artículo que titulé: “2019: primer año de la confrontación estratégica entre Estados Unidos y China”. Algunos lo catalogaron de alarmista y me escribieron (incluso un colega chino), para decirme que era exagerado. Eso fue el 19 de diciembre, solo unos días después, el último del año, China notificó a la OMS y al mundo el surgimiento del brote de un virus desconocido hasta ese momento. 

El alba del año 2020 no presagiaba el alcance que habría de tener este hecho para la humanidad, su posterior irradiación a todo el planeta llevó a que el 11 de marzo, la OMS decretara al ya conocido como coronavirus COVID-19 como pandemia. Las implicaciones subsecuentes aún están en curso. Variadas conjeturas –desde las más apocalípticas hasta las más optimistas- están emergiendo como visiones de futuro del mundo que habrá de sobrevenir. 

Por mi parte, por muchos esfuerzos que hago, todavía no alcanzo a visualizar el curso de los acontecimientos en toda su dimensión. Cuando arribo a ciertas conclusiones, nuevas variables se cruzan en el razonamiento, haciendo interminable el análisis de la perspectiva y las consecuencias que se podrían avizorar.