Vistas de página en total

miércoles, 30 de julio de 2025

Venezuela y Estados Unidos ¿Han mejorado las relaciones?



El gobierno de Venezuela y el de Estados Unidos han logrado estabilizar una línea de comunicación permanente. Ello se debe más a definiciones de orden interno en Estados Unidos que a un mejoramiento real de los vínculos entre los dos países. Finalmente, en Estados Unidos se está imponiendo la pragmática propuesta MAGA (Make American Great Again) frente a la ideológica de los neoconservadores liderados por Marco Rubio.

La situación internacional y la aceptación de que China es el enemigo principal de Washington ha ido ganando espacios en la cúpula del poder estadounidense llevando a una buena parte del liderazgo de la administración a entender esta situación, obligando a los neoconservadores y a Marco Rubio a ceder.

Su política de máxima presión (que en Venezuela hoy solo sostiene el grupo de María Corina Machado), ha fracasado. La producción y exportación de petróleo se ha estabilizado e incluso ha crecido un poco por encima del millón de barriles diarios. En gran medida eso ha sido posible gracias al apoyo de China que parece asumir una posición más activa en cuanto a sus vínculos económicos y comerciales con Venezuela elevando las compras de petróleo y llenando el vacío que había dejado la suspensión de las licencias especiales otorgadas a Chevron para operar en Venezuela a pesar de las sanciones. Mientras la política estadounidense orientada al derrocamiento del presidente Nicolás Maduro sigue naufragando en Venezuela, la mirada estratégica del presidente Xi Jinping se terminó imponiendo al cortoplacismo y al mero interés de lucro de los empresarios chinos.


En este contexto, la liberación de 252 migrantes venezolanos que fueron detenidos en Estados Unidos y enviados a una cárcel en El Salvador ha sido expresión pública de un aparente mejoramiento de las relaciones. En realidad lo que ha ocurrido es un mejoramiento de la comunicación. Si no fuera así, no tendría porque seguirse vinculando al gobierno de Venezuela con la delincuencia organizada y el narcotráfico que sigue presente en la mirada y en la retórica política del Departamento de Estado.

jueves, 24 de julio de 2025

¿Qué está pasando en Siria…y en el Asia Occidental?

  


A Carlos Pereyra Mele,
profesor y maestro.
Uno de los más agudos y brillantes estudiosos de la geopolítica
que se nos fue ayer, antes de tiempo.
¡Hasta siempre Maestro!


Como se ha hecho habitual, paradójicamente los grandes medios corporativos trasnacionales de la información… se están dedicando a la desinformación. Esta aseveración es especialmente aberrante cuando se habla de los acontecimientos en Asia Occidental. Aunque la tergiversación de los hechos es una práctica cotidiana, en la actualidad esta situación es atroz cuando se trata de reconstruir las vicisitudes y las acciones que están sucediendo en la región desde hace dos años y medio.

En los últimos días, los hechos en Siria cubren el espectro informativo sobre la región. Como si el genocidio en Palestina o la agresión permanente contra el Líbano y la retórica belicista contra sus vecinos se hubiera detenido, como un todo único, la falsificación de los hechos oculta el verdadero trasfondo del asunto.


La situación geográfica de Siria y su ubicación a medio camino en el cruce de pueblos y civilizaciones ha hecho que a través de la historia sea una joya invaluable para quienes aspiran con hacerse del control de la región. La presencia de pueblos diferenciados en algunas zonas del país ha establecido áreas tradicionales de influencia de corrientes, líderes y tribus con identidad, cultura e historia propias. Así por ejemplo, los kurdos se ubican al norte, los drusos al sureste, los alauitas en la costa del Mediterráneo y los sunitas en el sector central.

Esta situación que había sido estabilizada sin grandes conflictos durante el gobierno de Bashar el-Assad, fue destruida por la intervención extranjera que, estimulando diferencias sectarias y religiosas en favor de sus intereses, generaron la división y con ello, la desaparición de tal seguridad sustentada en el equilibrio.

Más allá de cuál ha sido y cuál será la dinámica interna en Siria, tres poderes extranjeros han jugado sus cartas para generar la situación actual: Israel, Estados Unidos (con Francia como apéndice) y Turquía.

viernes, 18 de julio de 2025

¿Es Trump un loco o un típico niño rico extasiado por sus perversiones?

 


A Frantz Fanon,
en el centenario de su nacimiento,
por señalarnos el camino.


La extendida opinión de que lo que está ocurriendo en Estados Unidos y en el mundo tiene su origen en el hecho de que “Trump está loco” no deja de ser simplista y banal. Al contrario, creo que tras la actuación de Trump hay un plan muy bien elaborado y concebido por la Fundación Heritage, una organización de orientación conservadora fundada en 1973 y que tiene su sede en Washington.

Dicho plan, denominado “Proyecto 2025: la institucionalización del trumpismo” aderezado con el pensamiento realista de extrema derecha de Henry Kissinger, quien, aún fallecido, se mantiene siempre presente en las decisiones de la Casa Blanca constituyen la médula del propósito de Trump, no sólo para llevar adelante su gobierno, sino que, sobre todo, para fraguar una propuesta de largo plazo que entregue definitivamente Estados Unidos a ese llamado 1% de millonarios, a fin de controlarlo aún más y desde ahí intentar un asalto que los lleve a dominar el planeta en su totalidad.

No hay nada de locura en ello, en contraste, una racionalidad maligna paradójicamente estructurada en torno a la personalidad irracional del presidente de Estados Unidos. Pero el hecho de que no haya locura no significa que este personaje no tenga ciertos problemas sicológicos. Sé que me estoy metiendo en honduras, no soy sicoanalista, pero algunas características de Trump como el odio que manifiesta hacia muchos (incluso hacia algunos de sus amigos), el egocentrismo y la arrogancia, la retórica vulgar y sobre todo su propensión a mentir sin impudicia, apuntan hacia una personalidad, que, perteneciendo al líder de la mayor potencia mundial, colocan al planeta en una situación de incertidumbre e incredulidad absoluta respecto de lo que se diga o se haga.

Vale recordar que el sicoanálisis señala que existen una serie de tensiones originales tales como deseos, recuerdos, sentimientos y/o pensamientos en la personalidad de un individuo que necesitan ser satisfechas de manera natural. Según la destacada sicoanalista catalana, Cristina Agud “cuando la consciencia no permite que estas necesidades afloren, por condicionamientos sociales o contextuales, se quedan reprimidos en el inconsciente, transformándose posteriormente en problemas psicológicos”. En pocas palabras, el sicoanálisis establece que el comportamiento de un individuo está determinado por las experiencias de su pasado que están alojadas en su mente inconsciente.

jueves, 10 de julio de 2025

Diplomacia china: Mientras unos hacen la guerra, otros abogan por la paz

 


Mientras Estados Unidos diseña guerras, planifica invasiones, decide sanciones e implementa aranceles contra todo el mundo, China silenciosamente avanza en su diplomacia de paz. Al mismo tiempo que Washington retóricamente vomita su plan de destrucción planetaria que ejecuta maquiavélicamente suponiendo que de esa manera va a poder mantener su hegemonía global, Beijing, sin hacer mucho ruido, construye una dinámica de paz y cooperación a fin de hacer de la Tierra un espacio vivible para todos sus habitantes.

Sobre todo en los últimos dos meses, en forma simultánea al proyecto genocida de Estados Unidos y la entidad sionista contra el pueblo palestino y los ataques contra Irán, Yemen, Siria y Líbano, China se reunía con representantes de más de la mitad de los países del mundo para pensar en un futuro de armonía, concordia, equilibrio y ayuda mutua para el mejoramiento, la prosperidad y el progreso de la humanidad.

Atiborrados de malas noticias que nos hablan de guerra, destrucción y muerte, bien vale la pena hacer nota que en las antípodas del mundo, otra potencia trabaja por la paz, la construcción y la vida. Veámoslo cronológicamente para tener una idea más ordenada de cómo China va desarrollando una labor que señala que en el mundo también ocurren cosas buenas y positivas.

IV Foro China-CELAC 2025

Comenzamos hablando de un evento que tuvo directa relación con nuestra región. El 13 de mayo sesionó en Beijing el IV Foro China-CELAC (FCC). Dicha reunión reafirmó el compromiso mutuo con el fortalecimiento de la cooperación birregional a partir de una convergencia de intereses en áreas clave como el desarrollo sostenible, la innovación tecnológica y el comercio. A partir de ello, se delineó una hoja de ruta para la profundización de la Asociación Estratégica Integral entre China y América Latina y el Caribe.

sábado, 5 de julio de 2025

La ONU no vale nada, no vale medio[1]”

 


Es muy probable que los leales lectores de esta columna pensaban que esta semana iba a escribir acerca de las repercusiones de la agresión de Israel y Estados Unidos sobre Irán. Yo también creí que era necesario hacerlo pero después de leer el brillante artículo de Fernando Esteche en PIA Global bajo el título “Reflexiones apuradas sobre el alto el fuego en la guerra contra Irán”, no tengo nada que decir, no le agregaría ni le quitaría una coma. Además de felicitar a Fernando, quisiera recomendar su lectura. Ver link al final de este artículo.

En estas circunstancias, recurro a otro tema de suma importancia sobre el que vengo insistiendo hace muchos años. Por eso me place haber coincidido -aunque sea en parte- con el presidente Nicolás Maduro cuando en su programa “Con Maduro+” del pasado lunes 30 de junio se refiriera al mismo. Dijo el presidente que “frente a los horrendos crímenes del sionismo la ONU ´está rebasada, superada por esta situación… no vale nada la ONU, no vale medio`. Agregó que esto llevará al organismo multilateral al colapso y que cuando eso suceda ´los países que estamos impulsando este mundo multipolar, estaremos refundando la ONU`”.

Pido excusas a los lectores por no ser original, pero en esta ocasión voy a poner sobre la mesa algunas ideas pretéritas que podrían reforzar la opinión del presidente. En fecha tan lejana como el 25 de septiembre de 2011 escribí un corto artículo titulado “La ONU ha muerto” en el que decía: “A través de la historia, el fin de una guerra siempre ha traído nuevos repartos territoriales en distintas partes del mundo y con ello un sistema internacional que responde a la lógica de los vencedores. En nuestro entorno inmediato, Trinidad que fue española terminó siendo inglesa y Curazao, que era una posesión inglesa pasó a la historia como holandesa.

En el pasado más reciente, el fin de la primera guerra mundial vio nacer a la Sociedad de Naciones como organización donde se debían dirimir las controversias entre los países. Asimismo, al concluir la segunda guerra mundial se creó la Organización de Naciones Unidas (ONU) como instrumento para garantizar la paz en el planeta ante la devastación que las dos grandes guerras del siglo XX habían causado y sobre todo, para controlar la amenaza anunciada al mundo por Estados Unidos al lanzar innecesariamente las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki cuando la guerra ya había terminado. Antes, 5 países se reservaron el derecho de decidir por el resto del mundo generando una contradicción que aún hoy no se resuelve: la del carácter democrático de la Asamblea General y el autoritario y dictatorial del Consejo de Seguridad.

jueves, 19 de junio de 2025

Algunos elementos de análisis para entender los hechos recientes en Asia Occidental

 


Una vez más, las circunstancias obligan a una mirada amplia de los conflictos internacionales. Me parece reduccionista circunscribir los hechos recientes en Asia Occidental a la idea de un conflicto bilateral entre Israel e Irán. Lo que está sucediendo tiene implicaciones que van mucho más allá de una simple confrontación entre dos países, por muy brutal que sea el enfrentamiento bélico. En realidad, lo que está ocurriendo es expresión de un capítulo nuevo de la conflictividad que producen las contradicciones antagónicas de un sistema internacional marcado por un polo de poder en decadencia y otro que emerge como alternativa.

El sistema internacional actual irrumpió a partir del dolor de la segunda guerra mundial y el engaño de algunos de los vencedores acerca de las causas y consecuencias que la generaron. La triada de control mundial constituida por los instrumentos financieros (FMI y Banco Mundial) nacidos en Bretton Woods en 1944, los políticos, emanados de la creación de la ONU y sus agencias en 1945 y los militares estructurados en torno a la OTAN en 1949, han sido las herramientas que Occidente ha utilizado durante los últimos 80 años para sostener el dominio y la hegemonía sobre el planeta.

No obstante, ya en la década de los 60 del siglo pasado este sistema se vio carcomido por el déficit externo de Estados Unidos, que importaba más de lo que exportaba llevándolo a financiar la diferencia a través de la creación de dinero inorgánico. Ello “obligó” a Washington a suspender la convertibilidad del dólar en oro (emanada de Bretton Woods) para establecer el dólar como moneda de cambio internacional. Paradójicamente, es en este momento cuando se comienza a esbozar un proceso de crisis del sistema capitalista imperante que aún hoy, 65 años después no ha podido ser superado. Con ello se echaron las bases para construir un nuevo orden político y económico global.

El mismo no tuvo posibilidades inmediatas de desarrollarse a plenitud porque la alternativa que debió surgir de la Unión Soviética y el socialismo enfrentaba sus propios problemas económicos, más allá de la aparente estabilidad política que manifestaba. Pero la aprobación de la política de reforma y apertura en China en 1978, comenzó a cambiar todo. Fue el momento de despegue de Beijing hacia su transformación en gran potencia mundial que le puede hacer contrapeso a Estados Unidos, a Occidente y al capitalismo.

viernes, 13 de junio de 2025

Fentanilo. El uso de la droga como política

 


Durante la última década del siglo pasado, tras la desaparición de la Unión Soviética y el fin de la guerra fría, Estados Unidos se dio a la tarea de buscar un nuevo enemigo que sirviera de eje para reorganizar su política exterior y su política militar. En primera instancia lo encontró en el narcotráfico. Después del 11 de septiembre de 2001 agregó al terrorismo como instrumento de ordenación de su acción intervencionista y agresiva en el mundo, a fin de sustentar su hegemonía en particular en América Latina y el Caribe.

En la práctica, Estados Unidos -además de buscar respuesta a un tema de la agenda internacional- encontró de este modo, una salida a un problema interno, trasladando al exterior los costos políticos. Desde 1960 a partir de la Ley Antiabuso de Drogas se introdujo un conjunto de sanciones a los países productores, junto a ello comenzó un proceso de militarización de la lucha contra el narcotráfico. Así, se modificó el equilibrio de fuerzas en América Latina y el Caribe, debilitando además la relación cívico-militar y afectando la gobernabilidad y la democracia que se sostenían con diferentes grados de estabilidad. Era la vieja política de “ a río revuelto, ganancia de pescadores” aplicada por Washington para incrementar su control sobre la región.

Por otro lado, poco se ha hablado en profundidad del fracaso de Estados Unidos en el control de la demanda de drogas a fin de trasladar la presión de los países consumidores a los productores y de tránsito. A finales de la década de los 80 del siglo pasado, un oscuro senador estadounidense por el estado de Delaware llamado Joe Biden dijo en el Congreso de su país que a pesar que los programas antidrogas se habían incrementado, la producción de sustancias sicotrópicas había aumentado de forma considerable: 143% la cocaína, 84% el opio y 33% la marihuana. Es decir, el aumento de los recursos de control de la oferta no estaban acompañados de programas de reducción de la demanda, todo lo cual manifiesta el desinterés de Washington por solucionar el problema.

Esto tiene dos razones: la primera, apropiarse de los ingentes recursos que proporciona el tráfico de drogas, la mayor parte de los cuales fluye por el sistema financiero de Estados Unidos. De acuerdo al Instituto Nacional sobre Abuso de Drogas, a finales de la década de los 80 del siglo pasado, la venta anual de estas sustancias superaba los 110 mil millones de dólares, la mayor parte de los cuales venía a sostener las finanzas de Estados Unidos un país en el que -según la misma fuente- el 37% de su población había consumido algún tipo de droga.