Mi artículo de la semana pasada “La ONU debe desaparecer”, despertó comezón entre algunos lectores que me escribieron para manifestar estupor, hacerme saber sus opiniones, exponer críticas y preguntarme si eso era posible y cómo debería hacerse.
Recordé que hace unos meses, en una reunión, una veterana diplomática venezolana jubilada, apelando a sus muchos años de servicio y experiencia, ante un planteamiento similar de mi parte, me llamó a la cordura y a entender que “las cosas no funcionaban así”. Esa diplomática, que en general ostenta un discurso bastante radical, se rendía ante la tradición y ante una práctica, que ahora resulta obsoleta, sobre todo porque hoy, la ONU, está incapacitada para resolver los grandes problemas de la humanidad.
En este marco, quisiera -haciendo una interpretación propia- exponer un artículo escrito por el Ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov el pasado 10 de octubre de 2023¸ publicado en la página oficial de ese ministerio. El texto es bastante extenso. Voy a hacer un esfuerzo de resumirlo, incorporando lo que a mi juicio son los aspectos más resaltantes. Cualquier error o falla es de mi entera responsabilidad.
Según el Canciller ruso, el planeta está experimentando cambios “fundamentales y tectónicos” que están haciendo surgir un nuevo mundo multipolar más justo, reflejando de esa manera la diversidad cultural y civilizatoria de la Tierra. Así, la mayoría global, (85% del planeta) aboga por una distribución más equitativa de los bienes, por el respeto a la diversidad civilizatoria y por la democratización de la vida internacional.