En
la rueda de prensa posterior al extraordinario triunfo de Venezuela sobre Argentina en la ronda
clasificatoria para la Copa Mundial Brasil 2014, las declaraciones del
victorioso Director Técnico de Venezuela César Farías, fueron puestas en
segundo plano por una cadena internacional de televisión para escuchar las
palabras de un derrotado jugador argentino que daba explicaciones insulsas
sobre su fracaso. Más tarde, otro canal deportivo de alcance mundial al hacer
un resumen de los 10 los mejores goles de la jornada futbolística no incluyó el
hermoso tanto de Fernando Amorebieta quien en condiciones muy difíciles “clavó”
el balón en la portería argentina.
Hace
unas semanas, durante la celebración de la Copa América en Argentina, el
periodista David Faitelson, conocido en
México por creerse dueño absoluto de la verdad y, en esa medida repudiado por
jugadores, técnicos e hinchas la emprendió con insultos contra Venezuela por
haber derrotado a Chile y con ello clasificarse para las semifinales de la Copa
América.
Hay
que ser ciego y/o idiota para no darse cuenta de la importante progresión del
futbol venezolano, sin embargo las grandes cadenas internacionales de
comunicación -también en el futbol- imponen su verdad, cierran sus espacios a
los países emergentes e insultan a los que osan alterar el orden establecido
por las mafias que dirigen el futbol mundial como repetidas veces lo ha
denunciado Diego Armando Maradona.
Días
antes, el Presidente Hugo Chávez tuvo que informar a los medios de comunicación
que no estaba muerto, fue evidente que no hablaba desde el más allá sino desde
el palacio presidencial de Miraflores. Se había transmitido insistentemente que
el presidente vivía sus últimas horas en este planeta.
Durante
esa misma jornada, otro estadista, el vicepresidente de Bolivia Álvaro García
Linera, tuvo que desmentir ante la prensa que -sin contar con evidencias-, algunos medios informaron que había muerto un
bebé en acciones policiales contra la marcha indígena. Dijo que esos medios,
abrieron su edición con un titular con letras en rojo “en el que poco más sale
la sangre del bebé”.
Remarcó que esos medios, tras haberse equivocado,
publicaron al día siguiente una corrección en una pequeña columna, en el
intento de reparar un error. “No soy abogado, pero ese hecho es un delito. No
se puede abusar de esa manera de algo noble como es la actividad periodística”
dijo García Linera.
Ahora, el gobierno de Estados Unidos inventa un supuesto
ataque planeado por Irán en la capital de ese país, mientras tanto protege en
su territorio al conocido terrorista Luis Posada Carriles y a quienes en
septiembre de 1976 en esa misma ciudad asesinaron a Orlando Letelier, canciller
y ministro de defensa del gobierno del presidente Allende. ¿Quién puede creer
que Estados Unidos quiera proteger a su pueblo, cuando los terroristas viven en
el país y son protegidos por su gobierno?
Pero lo creen, los medios se encargan de eso, dicen
verdades mentirosas y fabrican mentiras que pretenden hacer verdaderas.
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