Nadie puede poner en duda el éxito que tuvo la cumbre de la CELAC.
Habrá quien quiera poner el énfasis en las diferencias y encontrará no pocas de
ellas. El gran reto será poder superar esas diferencias para construir sobre
aquellos ámbitos en los cuales existen puntos de vista y necesidades comunes.
Nadie tampoco puede
dudar que Estados Unidos conspirará permanentemente para el fracaso de esta
instancia integracionista. Lo hizo antes de nacer y lo hará mientras pueda.
Apenas una semana ha
transcurrido del fin de la Cumbre y ya se han comenzado a evidenciar las
manifestaciones que presagian ese destino. Al día siguiente de finalizada la
magna cita de Caracas se reunieron en Mérida, México, los países tutelados por
gobiernos de derecha, Colombia, Chile, Perú y la nación sede para “acelerar el
paso en la integración profunda en materia económica y aprovechar la cuenca del
Océano Pacífico para incrementar los flujos de comercio” según manifestó el
presidente Calderón. Panamá ya ha manifestado su intención en incorporarse a la
llamada “Alianza del Pacífico” que busca contrarrestar el peso que los
gobiernos progresistas tienen en Unasur.
En otro orden
Panamá, Estados Unidos y Colombia anunciaron la instalación de una academia de
estudios y entrenamiento en patrullaje de fronteras, según dijo el ministro de
Seguridad panameño, José Raúl Mulino. Precisó que “en esa entidad se formarán
unidades especializadas en combatir el tráfico de drogas, a los indocumentados
y en la vigilancia fronteriza en áreas de difícil acceso”. Dijo que Estados
Unidos y Colombia se han comprometido a cooperar y dar asistencia a esa
academia, para lo cual fue rubricado un acuerdo con ambos países.
Los latinoamericanos
y caribeños tenemos amplia experiencia y conocimiento de lo que significa
asesoría de Estados Unidos en esta materia. En los hechos, se creará una nueva
base militar con presencia estadounidense en América Latina.
Finalmente, con la construcción de una carretera a
orillas del río San Juan en la zona fronteriza con Nicaragua el gobierno de
Costa Rica además de violar la normativa ambiental de ambos países busca
militarizar la zona, como lo denunciaron
organizaciones ambientalistas de Costa Rica. Las obras se ejecutan bajo un decreto
de emergencia dictado por la presidenta Laura Chinchilla, en octubre de 2010.
Todos conocemos la
tradición pacifista y solidaria del pueblo costarricense. Sólo un gobierno
lacayo y apoyado por Estados Unidos es capaz de envalentonarse, generar
tensiones en la frontera con Nicaragua, y provocar un conflicto internacional
para crear condiciones para una posible intervención militar de Estados Unidos
en la región.
La Cumbre de la CELAC fue positiva, pero como advirtió el
presidente de Cuba, Raúl Castro el éxito del nuevo bloque internacional
"dependerá de lo que hagamos" porque "no se trata sólo de
ponerle un nombre".
Una de las primeras cosas que habrá que hacer es estar alertas ante los intentos de Estados Unidos para generar tensiones y conflictos entre nuestros países a fin de hacer fracasar -de esa manera nuestra- voluntad integracionista.
Una de las primeras cosas que habrá que hacer es estar alertas ante los intentos de Estados Unidos para generar tensiones y conflictos entre nuestros países a fin de hacer fracasar -de esa manera nuestra- voluntad integracionista.
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