Un
antiguo adagio popular enuncia “dime con
quién andas y te diré quién eres”. La máxima nos señala con prístina
transparencia hacía dónde iría Venezuela en caso de que el candidato de la
derecha triunfara en las próximas elecciones presidenciales.
En
fecha reciente, Capriles Radonsky realizó una visita a Colombia donde se entrevistó
con el ex presidente Álvaro Uribe conocido protector del narcotráfico como lo
han señalado importantes organizaciones internacionales entre las que destaca
el propio FBI de Estados Unidos. Los vínculos de Uribe con el
paramilitarismo se pueden evidenciar en
un documento elaborado por la prestigiosa Corporación Nuevo Arco Iris de
Colombia, en una investigación financiada por la Agencia Noruega de
Cooperación.
Así
mismo, en una entrevista realizada al
candidato de la derecha venezolana, por el periódico El Mercurio de Santiago de
Chile el 25 de marzo pasado y ante la consulta del periodista acerca de si
“políticos chilenos asesoraron a la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) antes
de las primarias” y la posterior pregunta de si “¿Mantiene contactos con los
políticos de este país?”, Capriles respondió” La MUD hizo un trabajo muy
importante para recoger las experiencias políticas de Chile. Ése puede considerarse como un
proceso inspirador para cualquier país que valore el sistema democrático, como
lo hacemos en Venezuela.”
En
ambos casos, Capriles apela a la asesoría de connotados personeros de la ultra
derecha más retrograda, acusada de aberrantes violaciones a los derechos
humanos cuando han sido gobierno en sus países. Una revisión de sus políticas
públicas nos podría llevar a adelantar algunas medidas de un probable plan de
gobierno si Capriles llegara a dirigir el país:
1. Se establecerán
los asesinatos extrajudiciales, más conocidos como “falsos positivos”
2. Se le usurparán
las tierras a los campesinos, produciendo el desplazamiento y el éxodo forzado
de millones de ellos
3. Se invadirá
cualquier país vecino actuando al margen del derecho internacional
4. Se establecerán
campos de concentración para los opositores políticos
5. Se cerrarán
universidades acusadas de subversivas
6. Se detendrán y
desaparecerán a líderes políticos, sociales, sindicales, y estudiantiles, a
intelectuales y artistas
7. Se privatizará
la educación, la salud y la seguridad social
8. Se
desnacionalizará y venderá todos nuestros recursos naturales, incluyendo el
petróleo, los ríos, los lagos, los bosques y los mares a empresas privadas
extranjeras
9. A los
opositores, se les podrá torturar, degollar, violar quemar vivos y arrojar al mar y a los que queden
vivos se les enviará al exilio sin contemplaciones.
Si
alguien cree que estoy exagerando, revise los juicios que se han adelantando
ante la justicia chilena y colombiana o ante tribunales internacionales en
contra de Uribe y Pinochet y los miembros de sus gobiernos.
El
señor Capriles Radonsky debería aclarar si esas medidas forman parte del
“proceso inspirador” que orientaría su particular concepto de democracia.
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