El pasado 4 de octubre falleció en Hanói el general Vo Nguyên
Giáp, el más destacado jefe militar vietnamita quien además de ser el fundador
de las Fuerzas Armadas de su país, las condujo a la victoria al enfrentar durante
el siglo XX la invasión de 4 potencias superiores en armamento y tecnología:
Japón, Francia, Estados Unidos y China.
El general Vo Nguyên Giáp nació en la aldea de Una Xa,
provincia de Quang Binh Vietnam, el 25 de agosto de 1911. Sus padres eran campesinos
pobres de esa región central del país. Desde 1860 Francia se encontraba
ocupando la península indochina cuyos pueblos habían desarrollado una
resistencia espontánea, aunque mal armada y desorganizada que, sin embargo
había logrado retrasar por treinta años la estabilización del dominio europeo en la región.
En 1925 Ho Chi Minh junto a otros revolucionarios fundaron en
el exilio en China, la Asociación de Jóvenes Revolucionarios. Giáp se incorporó
en 1926 a la edad de 17 años a la
organización y a la lucha por la Independencia mientras estudiaba en el instituto de enseñanza media. La
actividad política de esos años era clandestina, Giáp fue detenido en 1930 y
condenado a tres años de prisión, de los que solo cumplió algunos meses
En 1930 fue creado el Partido Comunista de Vietnam. Tres años
después, Giáp entró a la universidad de Hanói, donde su actividad política le
impidió permanecer mucho tiempo. Era una época de grandes luchas que fueron
brutalmente reprimidas por la potencia. En la universidad, Giáp estableció
contacto con Truong Chinh, el líder más importante del Partido Comunista de
Vietnam después de Ho Chi Minh. Chinh lo convence de ingresar a la organización
comunista en la que militaría por el resto de su vida.
En 1937, Giáp pudo terminar sus estudios de Derecho en la
universidad y comenzó a dar clases de historia en un instituto de Hanói, pero ya
estaba de lleno comprometido con la causa de la Independencia de Vietnam. En
1939 junto a Truong Chinh publicó el libro “La cuestión campesina” donde se
analizaba el papel que debían jugar los trabajadores del campo como aliados de
la clase obrera en la lucha revolucionaria en un país cuya estructura
económica es mayoritariamente rural como
la vietnamita.
En mayo de 1940 debió salir del país pudiendo conocer a Ho Chi
Minh quien aún utilizaba su nombre original Nguyên Ái Quoc. De ese encuentro,
Giáp relató que “Aparentaba ser muy distinto de lo que parecía en las fotos
tomadas en su juventud. Dejó crecer su barba. Su frente empezó a estar despejada pero su barba y cabello aún
estaban oscuros. En su apacible y algo recóndita fisonomía se veían sus ojos
especialmente lúcidos e inteligentes. Me mostró una tarjeta con un nuevo nombre: ´Ho Chi Minh,
corresponsal del diario Tan Thanh`. Nunca imaginé que utilizaría ese nombre por
el resto de su vida”.
En los días de trabajo conjunto con Ho Chi Minh en China,
debatieron sobre muchos temas. Giáp pensaba que se debía crear una organización que uniera la lucha de los
pueblos oprimidos de Asia, pero el líder creía que aún no existían las
condiciones para ello y que había que comenzar por crear una organización
amplia en el país que fuera capaz de aglutinar a todos los que estaban
dispuestos a luchar por la independencia. Así surgió, el Viet Minh (Liga
Vietnamita por la Independencia) en mayo de 1941. En Europa, Francia estaba
ocupada por los nazis quienes cedieron el control de la península indochina a
sus aliados japoneses, de manera que la lucha por la independencia se trasformó
en el combate por la expulsión de los ocupantes nipones. Giáp apuntó que “el
Viet Minh fue una creación y expresión centralizada del talento de Ho Chi Minh. Esta organización abrió el
nuevo camino para que el contingente de vanguardia de la clase proletaria en
una comunidad pudiera reunir a todo el pueblo y conducirlo, comenzando de la
nada, al levantamiento por romper el yugo dominante del imperialismo que
anteriormente no había saboreado derrota alguna”
En cumplimiento de las misiones encomendadas por el congreso
fundador del Viet Minh, Giáp como jefe militar de la organización se traslada
al interior de Vietnam para iniciar la guerra de guerrillas. Allí comenzó a
construir una fuerza militar que debía ser capaz de expulsar al ocupante japonés
y sostener el programa del Viet Minh. Se
comenzaron a dictar cursos de formación de cuadros y a divulgar su política a
través de artículos cortos publicados en el periódico Viet Lap.
Paralelamente, Giáp inició la creación de pequeños grupos de autodefensa y
guerrillas que por sí mismos se habían dotado de armamento y métodos de
combate. Sus primeras acciones estaban
encaminadas a dar golpes a los puestos de mando del enemigo en el camino de
convertirse de manera muy acelerada en el núcleo que dio origen a unas fuerzas armadas que debían servir de pilar del pueblo para las insurrecciones
generales conducentes al derrumbe del dominio extranjero. A mediados de 1945, ya había unos diez mil hombres bajo su mando pudiendo
pasar a la ofensiva contra los japoneses que ocupaban todo el sudeste de Asia.
En agosto de ese año, el invasor estaba derrotado. Estados Unidos había lanzado
las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki y en Europa la guerra había
concluido en mayo. Al frente del Ejército Popular, Giáp dirigió sus tropas
hacia Hanói y en un breve lapso de 2 semanas, el 28 de agosto el contingente
militar del pueblo vietnamita ocupó la capital donde se declaró la
Independencia el 2 de septiembre de 1945.
Sin embargo, los apetitos
imperiales franceses no habían cesado. Tan pronto como se declaró la
Independencia comenzaron los preparativos de la potencia colonial para desatar
la guerra. El 19 de septiembre de 1946 el presidente Ho Chi Minh llamó a todo
el país a levantarse en resistencia contra los colonialistas franceses. A Giáp como Comandante en Jefe del Ejército
Popular le correspondió dirigir las operaciones en contra de los franceses.
Condujo exitosamente las batallas de Cao Bang en 1950 y Hoa Binh en 1952 demostrando la superioridad de la guerra
popular sobre las fuerzas regulares del ejército francés que se propuso plantear la batalla decisiva
en Dien Bien Phu siendo derrotados definitivamente por el
ejército al mando de Giáp tras 55 días de asedio en los que el brillante
general vietnamita desarrolló una operación de desgaste a largo plazo apoyada
con artillería. Finalmente se impuso su idea de "un ataque y un avance más
lentos, pero más seguros... atacar para vencer, no atacar sino cuando se tiene
la certeza de la victoria".
En una entrevista concedida al
semanario “La Revolución africana” en mayo de 1963, Giáp afirmó que “Dien Bien Phu no solamente es una gran
victoria del pueblo vietnamita sino también una gran conquista de la humanidad
progresista, de todos los pueblos pequeños y débiles que luchan contra el
colonialismo bajo cualquier forma, por la independencia y la libertad, de las
fuerzas socialistas, democráticas y pacíficas del mundo”
Después de la derrota y
expulsión de los franceses de su territorio, Vietnam fue dividido, se impuso un
gobierno títere en el sur que de inmediato recibió el apoyo de Estados Unidos.
En el norte se inició la construcción socialista. Giáp fue nombrado ministro de
defensa. La presencia militar de Estados Unidos fue creciendo con los años.
Nuevamente, había que luchar para expulsar a los invasores y reunificar el
país. A Giáp le correspondió diseñar la
estrategia militar que bajo la certera conducción del Partido Comunista
condujera al pueblo vietnamita por otro sendero de victoria. Aunque la
experiencia era amplia, las nuevas tecnologías de combate planteaban una lucha
desigual entre un país económica y financieramente muy avanzado y otro
devastado por décadas de colonialismo. En esas condiciones, Giáp instruyó a las
fuerzas armadas en la convicción de que la victoria se iba a lograr sólo con la
participación masiva del pueblo, la sabia conducción del Partido Comunista y el
desarrollo de formas irregulares de combate encaminadas a ir mermando la
capacidad combativa del enemigo a través de golpes militares permanentes y en
todo el territorio y, novedosas formas de enfrentamiento con la utilización de
armamento popular para crear una situación sicológica insostenible al invasor.
Al finalizar la guerra, más de
medio millón de hijos e hijas del pueblo vietnamita habían entregado su vida
por la Independencia, mientras casi 60 mil soldados estadounidenses encontraron
la muerte en una guerra a la que acudieron sin saber los objetivos de su
presencia en un país tan distante del suyo. En 1975, Estados Unidos fue
derrotado por el ímpetu del ejército vietnamita que el 30 de abril entró
victorioso a Saigón bajo el mando del General Giáp.
Después de la victoria y la
reunificación del país, Giáp continuó siendo ministro de defensa, ahora de la
República Socialista de Vietnam y, hasta 1982 fue miembro del Buró Político del
Partido Comunista. En 1992 recibió la Estrella de Oro, el más alto
reconocimiento que otorga el pueblo y gobierno de Vietnam.
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