Actividades Académicas

jueves, 24 de octubre de 2019

A pesar de Pinochet y Piñera, Chile está vivo


“Eso no esta muerto, no me lo mataron 
Ni con la distancia ni con el vil soldado” 
Silvio Rodríguez 


A mediados del año 2011, a instancias de Ernesto Villegas quien en ese entonces era el director del periódico Ciudad Caracas comencé esta aventura de escribir un artículo semanal. El primero, publicado en medio de grandes protestas estudiantiles el 11 de agosto de ese año se tituló “`Por la razón o la fuerza´, Chile está vivo”. Vengo ahora, ocho años después a corroborar esa afirmación. 

Ese escrito concluía señalando que: “… la derecha regresó y todo siguió igual, salvo que se desvaneció el efecto somnífero bajo el influjo de una nueva generación que no conoció la dictadura, pero si sus perniciosos efectos antidemocráticos y neoliberales. Restricciones al estudio y al trabajo, pobreza encubierta, una de las distribuciones más inequitativas del mundo, privatizaciones por doquier, falta de oportunidades, un futuro incierto y otras perlas han hecho estallar el paraíso de Pinochet y la Concertación. Hoy los jóvenes están en las calles y luchan por sus derechos. Han comenzado a hacer válido el lema del escudo de Chile, “Por la razón o la fuerza”. Toda la fuerza de la juventud chilena está en favor del pueblo en su lucha. Chile está vivo”. 

domingo, 20 de octubre de 2019

Aló, ¿oficina del Grupo de Lima?



Aló, ¿oficina del grupo de Lima? 

Si. Buenas tardes. ¡Que desea? 

Por favor, quisiera hablar con el presidente de Perú. 

No puede contestar. Esta muy ocupado intentando que no lo pongan en la lista de presidentes corruptos a los que meten presos. Imagínese que uno de ellos hasta se suicidó. 

Ah, disculpe. No se preocupe. ¡Puedo hablar con el presidente de Argentina?. 

No puede contestar. Está preparando las maletas porque se va. 

¿Se va de viaje? 

viernes, 18 de octubre de 2019

Algunas reflexiones tras los acontecimientos en Ecuador


La gran movilización por la derogación del decreto 883 que estipulaba aberrantes medidas anti populares en Ecuador a instancias del Fondo Monetario Internacional, se inició bajo la impronta de un movimiento indígena que había demostrado en el pasado su capacidad para “tumbar gobiernos”. 

Así ocurrió en diciembre de 1996 cuando Abdalá Bucaram anunció un “paquete” de medidas económicas que incluían el congelamiento del salario mínimo y el aumento del costo de los pasajes, todo lo cual generó un gran descontento social que derivó en casi dos meses de movilización conducentes a que en febrero de 1997 el Congreso destituyera a Bucaram. 

Solo unos años después, en enero de 2000, un grupo de oficiales jóvenes de las fuerzas armadas en alianza con el movimiento indígena que marchó hacia las sedes del gobierno y el parlamento, provocaron la renuncia del presidente Jamil Mahuad tras su decisión de elevar el precio de los combustibles, congelar los depósitos bancarios y dolarizar la economía, haciendo que la moneda estadounidense pasara a ser oficial en Ecuador. El gobierno fue asumido por el vicepresidente Gustavo Noboa hasta 2002 cuando el coronel Lucio Gutiérrez se hizo cargo del poder. 

sábado, 12 de octubre de 2019

Almagro: entre la impotencia y la desesperación.


He leído con sorpresa el comunicado de la OEA que manifiesta que: “…resulta `inaceptable´ el carácter violento de algunos actos llevados a cabo durante las protestas contra el Gobierno […]”. A lo cual agrega que es "… injustificable que algunos actores los conviertan (el derecho a la protesta) en un derecho a la violencia, el saqueo y el vandalismo. La Secretaría General de la OEA condena enérgicamente los actos de violencia registrados en los últimos días […]. Es inaceptable el secuestro de policías y militares, así como el destrozo y saqueo de bienes públicos, el incendio de patrulleros y ataques a ambulancias". Asimismo, “la OEA considera fundamental que todas las partes respeten el término constitucional por el que fue electo el presidente […] y reitera su rechazo a cualquier forma de interrupción de su gobierno". 

Por un momento pensé que Almagro había reconsiderado su odiosa posición contra Venezuela y en vista de que desea fervientemente reelegirse para un nuevo período había aceptado que el gobierno de Caracas está firme, mantiene el control del país, que las fuerzas armadas han resultado inquebrantables y que un importante sector de la sociedad sigue apoyando al gobierno. Pensé que esta declaración de Almagro era una suerte de admisión de su derrota y el deseo de que los problemas del país se solucionaran mediante el diálogo y la negociación. 

domingo, 6 de octubre de 2019

Cambios profundos en la correlación de fuerzas en el Medio Oriente.


El contundente golpe asestado por el ejército yemení en alianza con el movimiento popular Ansarolá en la profundidad del territorio saudí, específicamente en la provincia de Najrán que junto a las de Asir y Jizán configuran el borde fronterizo entre Yemen y Arabia Saudí, viene a configurar un septiembre victorioso para las fuerzas hutíes que defienden su país de la invasión. 

Más allá del esfuerzo de los medios transnacionales de desinformación y las altas autoridades estadounidenses y europeas que -sin mostrar pruebas- han acusado a Irán de ser el autor del ataque a la mayor refinería de petróleo del mundo, la monarquía saudí, sus aliados y el gobierno de Estados Unidos saben que la reciente operación denominada “Victoria de Dios” marca un punto de inflexión en el devenir de este conflicto, sobre todo en la perspectiva del fin de la agresión a partir de la derrota militar de Arabia Saudí y el ejército mercenario que ha contratado para llevarla a cabo. 

Después de una brillante planificación militar en la que indudablemente el trabajo de inteligencia jugó un papel fundamental, dada la certeza de los golpes propinados, la operación concluyó con el aniquilamiento total de tres brigadas de infantería motorizada conformadas por 12 mil efectivos y la captura de parte importante de su armamento y equipos incluyendo vehículos de trasporte de tropas, logística y blindados. Así mismo, fueron detenidos miles de soldados, oficiales y altos mandos militares de origen saudí además de sudaneses y mercenarios de varios países.