Actividades Académicas

lunes, 28 de noviembre de 2011

El eje geopolítico mundial se comienza a desplazar


La crisis económica y financiera de Estados Unidos y Europa comienza a generar importantes cambios en el sistema internacional. Pareciera que el más importante de ellos es el desplazamiento del eje de la geopolítica desde Occidente hacia Oriente.


Diversas acciones que se perciben al respecto, manifiestan esta contradictoria situación como preocupante para unos y resplandeciente para otros. El probable regreso a la presidencia de Vladimir Putin en Rusia va a marcar un giro en la política exterior de esa potencia que pondrá el énfasis en la recuperación de la zona de influencia que tuvo mientras existió la Unión Soviética, ahora potenciada con la perspectiva de establecer una alianza estratégica con China en contraposición a Medvedev que privilegió el acercamiento a Estados Unidos y a la OTAN. Todo esto ha ocurrido incluso antes de la decisión estadounidense de ubicar su escudo antimisiles en el este de Europa, lo cual ha significado un fracaso de Medvedev que suponía que Estados Unidos le consultaría acerca de tal decisión.

A mediados de octubre Putin hizo un viaje a China. Con ello quiso señalar hacia donde se orientaría su política exterior. Aprovechó para fortalecer la cooperación entre ambas potencias en materia energética y fijaron las pautas comunes de su futuro quehacer conjunto. La visita produjo sendas declaraciones que dejaron claramente establecidos los objetivos de la misma. El presidente chino, Hu Jintao, dijo que se iniciaba una era de “relación estratégica integral”. Putin, por su parte, fue mucho más allá “La relación entre los dos países no encontrará problemas en ninguna esfera. (…) Hay que terminar con la parasitaria dominación del dólar”

Así mismo, este viaje le dio a Putin la posibilidad de mostrar a China su objetivo de crear la Unión Euroasiática, de la que ya forman parte Belarús, Kazajstán y Rusia y que pretende convertirse en una bisagra entre Europa y Asia. Rusia, además invitó a China a fortalecer la Organización para la Cooperación de Shanghai, de la cual forman parte ambos países y varios de los integrantes de la ex Unión Soviética.

Una primera señal en ese sentido es el acercamiento de las posiciones sino-rusas respecto a las agresivas acciones occidentales contra Irán y Siria incluso, buques de guerra rusos arribaron a este último en días recientes llevando asesores de ese país que ayudarán a los sirios a establecer un dispositivo de misiles S-300 que Damasco recibió hace pocas semanas.

Esta medida ha sido simultánea con el anuncio del gobierno ruso de abandonar el tratado START de desarme nuclear, en caso de que Estados Unidos no revierta la instalación de componentes de su sistema de defensa contra misiles en Europa, que Rusia califica de amenaza para su seguridad De la misma manera, hizo pública su decisión de desplegar en el occidente y sur del país – en las regiones de Kaliningrado y posiblemente en Krasnodar, en el corazón de Europa–, un sistema de misiles tácticos.


Es evidente que el eje geopolítico mundial se comienza a desplazar y que las potencias se han comenzado a activar para colocarse en una u otra posición del mismo.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Elecciones…elecciones


Para efectos de la democracia representativa, las elecciones son el súmmum de la realización y la confirmación del proceso. Por lo menos así era cuando los resultados satisfacían los intereses de las oligarquías locales y la potencia imperial.

La votación que llevó a Salvador Allende a la primera magistratura de Chile en 1970 rompió con esa lógica y entonces, el sistema fue usado para erosionar, sabotear y hacer imposible la gestión del presidente socialista y, cuando nada de eso impidió que su esfera de influencia creciera fue sacado del poder a sangre y fuego. En ese momento la democracia representativa dejó de ser válida y los partidos del sistema fueron los primeros en justificar el golpe de estado.

Así fue hasta casi finalizar el siglo XX. En Venezuela, el Comandante Chávez retomó el camino de Allende, llegando al poder con las mismas reglas del sistema. Con ello, se inició un proceso que ha llevado a que la mayoría de los países de América Latina sean gobernados por mandatarios que según palabras de la presidenta Cristina Fernández “se parecen más a sus pueblos”. Ahora, el modelo no sirve y las elecciones dejaron ser el termómetro de la democracia, porque está siendo usado por “populistas y demagogos”. Los procesos electorales necesitaban ser “observados”. ¿Por quién? Por los que se asumen como el modelo a seguir.

El problema es que algunos de ellos tienen como Jefes de Estado a monarcas parásitos que nunca han sido elegidos por sus pueblos. Incluso, uno de ellos, el de España, para ser designado le bastó el voto de un putrefacto dictador fascista que en sus estertores decidió quien iba a ser el ungido.

Más recientemente, en Grecia e Italia se consolidaron sendos golpes de estado y se cambiaron los primeros ministros sin que hubiera campaña electoral ni elecciones, ni conteo de votos. Bastó una decisión unipersonal. Lo novedoso es que ya no son los militares quienes violentan la democracia, -así concebida por Occidente-, sino que ahora son los bancos, las grandes instituciones financieras y –en el caso de Europa- el binomio germano-francés en el que los primeros ponen el dinero y los segundos su carácter de potencia nuclear miembro permanente del Consejo de Seguridad.

No hubo ninguna protesta, ni observadores, conteo de votos, o cuestionamientos a la metodología, tampoco dudas sobre el órgano superior de elecciones. Esta curiosa “elección” si fue considerada democrática. Es evidente que hay elecciones y…elecciones. El problema es quién las hace y quien las caracteriza.

Por su parte, el proceso electoral en España, también deja interesantes experiencias. La más importante es que la profundidad de la crisis no escatima para hacer caer gobiernos de diferente orientación, pero que finalmente están unidos en la defensa del sistema. La socialdemocracia, que en algún momento fue de izquierda, hoy defensora de los modelos neoliberales fue aplastada en Grecia y España, antes en América Latina pasó por el mismo rasero en Chile y Perú.

La gran enseñanza es que la democracia es mucho más que votar, que la participación popular se va tornando clave y que el eje de la política –en el siglo XXI- se va desplazando del parlamento a las calles.

domingo, 13 de noviembre de 2011

No se equivoquen con Irán



Estados Unidos y sus aliados preparan una nueva guerra en el Medio Oriente. No sé sabe  cuál es la capacidad de resistencia de Irán, pero es seguro que será distinta a las de Libia, Afganistán o Irak, por varias razones:

1. Irán es un país cohesionado étnicamente (una gigantesca mayoría de la población es persa)
2. Irán es un país cohesionado ideológicamente (la aplastante mayoría es musulmán chiita)
3. Irán es una república islámica. Eso quiere decir que independientemente de las simpatías que tenga o no el gobierno, los que dirigen el Estado son los ayatolas, que no dudarán un segundo en declarar la guerra santa, en la que "todo vale".
4. Irán tiene "influencia importante" en los gobiernos iraquí, sirio y en el Movimiento Hamas que controla Gaza, además en Hezbollah que es la fuerza político militar más importante del Líbano. El cambio de gobierno en Egipto, ha dejado a Israel prácticamente rodeado de enemigos, quedando sólo Jordania como aliado entre sus países fronterizos.
5. Irán es un país con un gran desarrollo tecnológico que los hace casi autónomos militarmente de Occidente en la perspectiva de una guerra.
6. Irán controla el litoral este del Golfo Pérsico y el Estrecho de Ormuz. Bahréin, Qatar, Kuwait, los Emiratos Árabes Unidos y la zona petrolífera de Arabia Saudita están a distancia de tiro de los cohetes iraníes. Solo el bloqueo del Estrecho de Ormuz privaría a Occidente de 6 millones de barriles diarios de petróleo. El precio del crudo se triplicaría y llegaría a valores jamás alcanzados que no resistirían los presupuestos de por lo menos 140 países del planeta.
7. Finalmente -y esto es sólo una conjetura-, la república islámica tiene 32 años en el poder. Es iluso suponer que no se ha preparado para este momento. Habría que ver qué ocurre si ante un ataque contra Teherán, Irán contra ataca golpeando en el corazón de Occidente.

domingo, 6 de noviembre de 2011

La negociación es el único camino hacia la paz en Colombia.


Pocas semanas después del triunfo de la Revolución Popular Sandinista, consultado sobre el futuro de los miles de somocistas detenidos, el Comandante Tomas Borge quien era ministro del interior del nuevo gobierno, pronuncio una frase que paso a la historia como expresión de lo que debería ser la ética y la moral  de los vencedores “Implacables en el combate, generosos en la victoria”.

Evidentemente no se puede ni se podrá comparar nunca la moral y la ética del Comandante Borge con la de Juan Manuel Santos y sus adláteres que celebraron jubilosos y exultantes la muerte de Cano. No se trata de tener compasión, ni suponer que haya arrepentimiento cuando se ha obtenido una victoria militar. El que enarbola la lucha armada debe asumir los riesgos que ella entraña. Criticamos de estos señores que se dicen cristianos la celebración ante el cadáver del enemigo muerto. Al igual que en Colombia, los asesinatos de Saddam Hussein y Muamar  Gadafi muestran, cual es la ética y la moral de  estos “vencedores”. En cualquier caso, el domingo van a su iglesia, lavan sus culpas y asunto resuelto.

Pero no es de esto, de lo que quiero hablar. Después de la muerte de Cano, Santos ofreció como alternativas la rendición o la muerte, lo cual en pocas palabras es la continuación de la guerra, en contra de la opinión de millones de colombianos que claman por la paz y la negociación. Un vencedor -como lo es Santos en este momento-, debió haber sido “generoso en la victoria”.

Si suponemos que el 90% de los combatientes de las FARC aceptaran rendirse o son muertos en combate, el solo hecho que un 10 % continúe realizando operaciones militares basta para que no haya paz en Colombia. A diferencia de la guerra regular, los combates exitosos de las fuerzas irregulares dependen de una muy pequeña cantidad de combatientes que pueden generar desestabilización e ingobernabilidad parcial que -en mi opinión- es a lo único que las fuerzas guerrilleras colombianas pueden optar en este momento, después de 60 años de guerra, y cuando el equilibro estratégico entre las fuerzas armadas colombianas y las fuerzas militares insurgentes -que se había mantenido durante años- pareciera estarse rompiendo en favor de las primeras.

En el caso de Colombia hay historias que contar al respecto. Ni la muerte de Pablo Escobar, ni la detención y posterior extradición de los hermanos Rodríguez Orejuela, ni todo el apoyo militar y logístico de Estados Unidos han impedido que este país siga siendo el mayor productor y exportador de cocaína del mundo.

Lo que cabe es escuchar al ex presidente Samper y la ex senadora Piedad Córdoba -entre otros- que han hecho un llamado a la negociación que le evite a Colombia más muertes y más destrucción, que impida que la guerra siga siendo el negocio de una minoría, que no haya más perseguidos, asesinados, ni secuestrados, que los falsos positivos sean parte del pasado, que las organizaciones sindicales y sus dirigentes puedan desarrollar sus actividades de manera segura y que no haya más exiliados ni desplazados.

Los colombianos quieren la paz, los latinoamericanos la debemos fomentar por el bien de ese país querido y de toda nuestra región.